Para Wall Street, la Argentina ya extravió su política cambiaria y fiscal

«La Argentina acaba de entrar en un período que llamamos estanflación, combinando una alta inflación con una fuerte caída del nivel de actividad. Este es el resultado de haber perdido las anclas fiscales y cambiarias», advierte un informe del Bank of America, en el que interpreta que el Gobierno decidió radicalizar su política y preservar las reservas a expensas del empleo.


En un análisis que dinfundió el viernes, la entidad menciona que el elevado déficit fiscal es cada vez más financiado con impresión de dinero y que las restricciones del Banco Central en el suministro de dólares están deteniendo el nivel de actividad, poniendo presión en el tipo de cambio implícito y paralelo, que también se alimenta de una mayor inflación. «Esperamos que estas tendencias se profundicen en los próximos meses», indicó el reporte.


El banco calculó que el déficit fiscal –excluídas las transferencias del BCRA al Gobierno– alcanzaría el 4,7% del PBI este año en relación al 3% que mostró en 2013.


«Para financiar esta brecha, el Banco Central está aumentando sus transferencias al Gobierno como ganancias y está proporcionando más financiación a corto plazo. Las transferencias totales en pesos que hará el BCRA al Gobierno este año alcanzarían el 7,9% del PBI, desde el 4,2% que registró en 2013. El resultado es una completa dominancia fiscal sobre el Banco Central, que es probable que aumente con el reciente nombramiento de Alejandro Vanoli», argumentó Bank of America.


A pesar de reconocer la existencia de una relativa estabilidad del tipo de cambio oficial desde febrero, desde el banco de inversión consideran que la Argentina también perdió el ancla cambiaria porque el dólar implícito –contado con liquidación– y el paralelo se presentan cada vez más como puntos de referencia para las transacciones, a medida que el acceso de las empresas a los dólares al tipo de cambio oficial decrece. «En el contexto de una economía altamente dolarizada, pensamos que un tipo de cambio paralelo más débil está teniendo un impacto sobre la inflación, que ya se está acelerando. Además, la volatilidad del dólar implícito y paralelo ha reducido su visibilidad a los agentes privados, con un impacto en la actividad», indicó el banco. En relación a la inflación, la entidad considera que la situación empeoró después del default, y que el reciente cambio en el Banco Central sugiere que habrá menos compromiso con respecto a este tema en las próximas semanas.

Fuente: El Cronista

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