Tamaño de la banca se multiplica por seis en los últimos ocho años

Para una economía cuyo crecimiento demográfico promedia el 1,8% anual, la evolución del sistema bancario ha sido expo­nencial.

En los últimos ocho años el tamaño de la cartera de créditos se multiplicó por seis, y el sistema ha visto su patrimonio cuadrupli­carse en el mismo período.

Esto, en vista de una bre­cha tan marcada entre el aumento de la población y el incremento del sistema financiero, sólo muestra que el acceso a la banca es cada vez menos exclusivo y más inclusivo.

Varios son los factores que han contribuido para ello, de acuerdo con las afirmaciones de expertos en finanzas, pero el pun­to de inflexión se centra en la masificación de in­ternet y el desarrollo de aplicaciones que no sólo facilitan la interacción del cliente con su banco, sino que reduce los costos ope­rativos de las institucio­nes al permitirles poner a disposición de sus clientes una serie de operaciones online que, prescindiendo de la necesidad de contra­tar más mano de obra o, incluso, abrir sucursales.

Otro de los factores clave para la bancarización es una campaña fuerte de formalización de los sec­tores económicos, lo que permite, por ejemplo, a las corporaciones de mediano y gran porte encargar a las entidades bancarias las nóminas salariales de sus empleados.

La presencia de Itaú en el mercado, con su modelo de negocios minorista a través de las tarjetas de crédito, supuso una corri­da de las demás entidades hacia segmentos antes desatendidos y con gran potencial de generación de dividendos por la gran cantidad de operaciones. Enseguida marcas nacio­nales, como Familiar y Visión, aunque con menor fuerza que el emblema brasileño, se especializa­ron en la oferta de produc­tos minoristas.

Sin embargo, Paraguay aún permanece como el país con menor índice de bancarización de la región (30%), lo cual da pie a con­clusiones del tipo; queda tanto por hacer, que el po­tencial de crecimiento del sector financiero no tiene límites.

De hecho, la banca aún no ha sabido diseñar productos hipotecarios adaptados a una todavía precaria pero promisoria clase media emergente, en un mercado donde la construcción se proyecta como una de las princi­pales columnas del creci­miento económico en los próximos años y el sector primario todavía es el principal destino de los créditos, lo cual resalta el amplio campo de acción potencial en los sectores secundario y terciario.


VIA RIPE/5DIAS.

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