TAM Airlines sorprende y alegra a los niños del centro educativo Arambé

Para celebrar el Día del Niño, TAM Airlines sorprendió a los alumnos del Centro Educativo Arambé de la ciudad de Luque con una invitación a vivir la magia del mundo de la aviación en persona.

TAM Airlines es consciente de la importancia de ser una empresa socialmente responsable, y la mejor manera de hacerlo es formando alianzas con las instituciones que se preocupan por sectores desprotegidos de la sociedad con proyectos sustentables. El centro educativo Arambé de Luque,  un proyecto de la Fundación Ramón Cartes, cumple estos requisitos.  El sistema de educación es apoyado por la Fundación Astoreca de Chile que tiene una educación gratuita de alto nivel,  no solo en el área  académica sino también en la parte humana.

En el transcurso del año TAM ha colaborado con  la capacitación de las maestras del Centro Arambé en Chile  y con el premio a la excelencia a un alumno del sexto grado. Pero en esta ocasión la aerolínea buscó sorprender a los niños con una experiencia única, los alumnos del 1ro., 2do. y 3er. grado junto con sus maestras, fueron invitados a conocer los aviones de TAM y vivir una experiencia especial: un simulacro de viaje.

El programa del paseo incluyó la llegada al aeropuerto, donde fueron recibidos por personal de la compañía y pasaron por el proceso de check-in, donde les entregaron los boarding pass y unos pasaportes simulados, que los presentaron en el área de Migraciones del Aeropuerto Silvio Pettirossi. Luego llegaron al avión, un Airbus A330, que estaba situado en la puerta de embarque número 5, dentro del área renovada del aeropuerto y en la puerta del avión, como es tradición en TAM Airlines, fueron recibidos por el Cmdte. Luis Pésole, quien estuvo acompañado por la copiloto Karin Arning.

Una vez que ingresaron al avión, las tripulantes Natalia Monges y Nadia Gómez, se encargaron de ubicar a los niños en sus asientos, y luego les sirvieron un snack consistente en un delicioso muffin, con chocolate caliente y gaseosas.

Dentro del avión los niños compartieron charlas y preguntas con los miembros de la tripulación. Además, se fotografiaron con el Cmdte. Pésole y la copiloto Karin con una cámara polaroid y pudieron llevar una hermosa instantánea como recuerdo de esta experiencia.

Al momento de retirarse, y pasar por las cintas de equipajes, la sorpresa  fue el final feliz de un cuento de hadas: en  la cinta de equipajes les esperaba un regalo para cada uno.

“Fue un día muy especial. Creemos firmemente que todos podemos contribuir con pequeñas acciones  a forjar los sueños de nuestros niños para tengan un futuro mejor.” manifestó Cristina García, responsable del área de RSE de la compañía.

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