El mercado del lujo le da la espalda a la crisis mundial

El Viejo Continente sigue representando el «corazón» del negocio de los bienes del lujo: un 70% de la actividad del sector se desarrolla gracias a marcas europeas, que dan trabajo a más de un millón de trabajadores.

Uno de cada tres compradores de productos de lujo mundiales son chinos. El rápido desarrollo de su economía –y de sus millonarios– hizo que los fabricantes de artículos de alta moda, joyeros, fabricantes y vendedores de coches se dirigieron a ellos para aumentar la facturación.

La devaluación del euro permitió lograr recaudaciones mayores. Para los productores europeos fue fundamental el turista asiático, principal fuente de ingresos de un mercado que cada vez más mira hacia Oriente.

Con respecto al futuro, la investigadora de Bain sostiene: «Estamos entrando en una fase de consolidación, en la que las marcas lucharán por una tarta de mayor tamaño, pero que crece de forma más moderada».

La asignatura pendiente sigue siendo cómo atraer al cliente chino directamente en su país, insiste Alcón, de Nielsen. «La peculiaridad del turista chino es que, a diferencia de otros, viaja para comprar y no para conocer», aclara. Toda una revelación, si se piensa en la máxima de Mao: «Pasará un tiempo bastante largo antes de que se resuelva la cuestión de quién vencerá a quién en la lucha ideológica entre el socialismo y el capitalismo en nuestro país».

Fuente: diario El Pais

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