247-El gobierno del presidente interino Michel Temer diseñó un plan para darle un uso al exceso de capacidad instalada para generación de energía que tiene Brasil, cuya matriz depende en su mayoría de complejos hidroeléctricos.
El equipo del ministro de Minas y Energía, Fernando Coelho Filho, quiere vender los excedentes a la vecina Argentina, y cancelar proyectos de construcción de usinas de generación que ya están contratados, pero cuyas obras no comenzaron, informó Folha de S. Paulo.
Según los cálculos del gobierno, la producción de energía programada para los próximos meses supera la demanda en unos 6.000 megawatts (MW), lo que equivale a casi 10% del consumo provisto para lo que resta de 2016. Parte de esa energía será generada en usinas en funcionamiento y otra está programada para entrar al sistema a partir de 2017.
El gobierno prevé que Argentina compre 25% del excedente de energía, cerca de 1.500 MW.
Al cancelar obras que no han salido del papel -proyectadas en años de crecimiento económico, con creciente demanda energética-, la gestión de Temer podría evitar nuevos desperdicios.
Según cálculos del Ejecutivo, al frenar la construcción de nuevas usinas se reduciría 56% la cantidad de energía que quedaría sin uso por la caída de la demanda interna.
Brasil y Argentina tienen en vigencia un acuerdo para venderse energía mutuamente en caso de necesidad, sin costos financieros. Ambos países discuten propuestas comerciales con plazos, cantidades y precios para la venta efectiva de energía.
