Más del 50% del aceite comestible que se consume en Paraguay es de origen dudoso

Asunción, 17 de julio de 2018. La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) realizó un relevamiento sobre el consumo y ventas de aceites para consumo humano en el país y el resultado confirma el peligroso avance del contrabando, ya que más de la mitad del aceite que se consume es de origen y calidad de dudosa procedencia.

De acuerdo con el estudio, en los primeros 5 meses del 2018, en el Paraguay se consumieron 6.100.000 de litros mensuales; es decir, aproximadamente 1 litro de aceite refinado al mes por habitante.

La industria nacional aportó un 27%, unos 1.400.000 litros por mes. La importación legal según informes de Aduanas fue de 1.200.000 litros por mes, representando un 20% del consumo local. Esto significa que un 53% del aceite comestible que se consume en Paraguay es de origen dudoso, unos 3.000.000 de litros, según un comunicado de prensa de la Cappro.

Se califica de “origen dudoso” a este aceite porque gran parte ingresa por contrabando, pero hay un alto porcentaje que proviene del refinado, en condiciones precarias y sin ningún control de calidad, de aceite crudo robado de las barcazas en el río Paraguay.

En términos económicos, el aceite de origen dudoso mueve aproximadamente US$ 39 millones anuales, generando un perjuicio al Fisco de US$ 3,5 millones en concepto de IVA no percibido, además de una disminución en impuestos directos, como el IRACIS.

“El aceite de contrabando y de origen dudoso representa un grave perjuicio para la industria nacional. A la aberración jurídica del Decreto N° 9100/18 que considera a las aceiteras como industrias incipientes se le suma el comercio ilegal para empeorar la situación del sector. El gobierno debe tomar recaudos en forma urgente para frenar esta situación que priva de ingresos genuinos al país y pone en grave peligro a la salud de la gente”, afirmó Sandra Noguera, gerente general de Cappro.

RIESGOS PARA LA SALUD

Consumir aceite de origen dudoso representa un potencial riesgo sanitario. Si está mal refinado, por ejemplo, podría contener restos de pesticidas y otras sustancias tóxicas. Y ya se han detectado daños para la salud de las personas por consumir aceites contaminados.

En cuanto a los aceites de contrabando, uno de los principales riesgos es el denominado “stress térmico” al que se ven sometidos al estar expuestos al calor durante el día y almacenarse en lugares frescos durante la noche. Este cambio de temperatura oxida al aceite generando olor y sabor desagradables y convirtiéndose en una probable fuente de enfermedades.

“Desde la Cappro hacemos un llamado urgente a la sociedad en general y a las autoridades en particular sobre los perjuicios de la venta y consumo de aceite de contrabando y de origen dudoso. Urge establecer reglas de comercialización claras, informar sobre los peligros para la salud de las personas y sembrar conciencia sobre cómo afecta a la industria nacional y al fisco que deja de recaudar sumas millonarias”, finalizó Noguera.

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