Trump cumple su amenaza de nuevos aranceles y China anuncia «contramedidas»

Pekín/Washington, 10 may (EFE).- EEUU y China han vuelvo a elevar la tensión en torno a sus relaciones comerciales y, pese a que hoy las delegaciones de ambos países seguirán negociando en Washington, Donald Trump ha hecho efectiva esta medianoche su amenaza de nuevos aranceles a productos chinos, ante lo que Pekín ha anunciado de inmediato «contramedidas».

A las 00:01 del viernes en la costa este de EE.UU. (4:01 GMT) entraba en vigor el incremento de los aranceles para las importaciones chinas de más de 5.000 productos, valoradas en unos 200.000 millones de dólares.

Estos productos estaban sometidos a un gravamen del 10 % y a partir de ahora su arancel se elevará hasta el 25 %, algo que la delegación comercial china que se encuentra desde el jueves en Washington ha tratado evitar durante su ronda de negociaciones con la Administración estadounidense.

El presidente Trump, lejos de rebajar la tensión, anunciaba anoche que si finalmente no había un acuerdo satisfactorio podría extender estos nuevos aranceles al resto de los productos que Estados Unidos compra al país asiático.

China lamentó «profundamente» la decisión de Estados Unidos y anunció que tendrá que adoptar «las contramedidas necesarias», aunque también mostró su disposición a seguir negociando con Washington, en un comunicado de su Ministerio de Comercio.

El comunicado no aporta más detalles, aunque su portavoz, Gao Feng, ya había anunciado ayer de que China tenía «la determinación y la capacidad para defender sus intereses», y advertido de que el país tomaría represalias en caso de que la subida de aranceles se concretase.

«Un incremento en las fricciones comerciales no beneficia ni a ninguno de los dos países ni al mundo», recalcó el portavoz de Comercio.

Las negociaciones entre ambas delegaciones debe continuar este viernes, aunque todavía no está claro que los representantes chinos, encabezados por el vice primer ministro, Liu He, vayan a estar dispuestos a continuar con ellas en las actuales circunstancias.

Los expertos consideran que si no se llega a un acuerdo y China responde finalmente con nuevos aranceles a importaciones estadounidenses, las consecuencias serían poco menos que catastróficas.

«Creemos que el PIB chino sufrirá una contrariedad moderada que provocará nuevas políticas de estímulo, pero la moneda china, el renminbi, y las acciones quedarán bajo presión», pronostica Julian Evans-Pritchard, de la consultora Capital Economics.

La firma Oxford Economics resalta que las tensiones entre las dos economías más grandes del mundo «están poniendo en peligro el crecimiento global».

«Una escalada de la tensión podría provocar una recesión que tendría consecuencias muy graves para el resto del mundo», asegura la consultora, que calcula que la guerra comercial «podría reducir el PIB global en un 0,5 % sólo en 2020».

Según la firma, Estados Unidos vería su PIB reducido en un 0,5 %, mientras que la cifra ascendería al 1,3 % en el caso de China.

Trump suele describir los aranceles como un beneficio para las arcas estadounidenses, a pesar de que esos sobrecostes no los pagan los exportadores chinos, sino que se trasladan al consumidor final en Estados Unidos, según los economistas.

Los gravámenes aumentados hoy afectan a productos como cereales, textiles o químicos, y no se aplicaron a aquellos bienes que ya estuvieran en tránsito antes de la medianoche en Washington, sino solo a aquellos que salieran de China a partir de entonces.

El bache en las negociaciones entre EE.UU. y China refleja la complejidad del proceso, en el que Trump busca forzar cambios estructurales en la economía de Pekín para, entre otras cosas, proteger la propiedad intelectual de las empresas estadounidenses y facilitar su acceso al mercado chino. EFECOM

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