La emisión, a un plazo de 12 años, fue por 861 millones de euros y consiguió igualar el mínimo spread histórico para las colocaciones en esa moneda.
En la foto: Felipe Larraín, ministro de Hacienda de Chile.
Chile emitió su primer bono verde soberano en euros, con vencimiento al año 2031, por 861 millones de euros, informó el martes (25) el Ministerio de Hacienda.
«La emisión de un nuevo bono verde, esta vez en euros, fortalece nuestro firme compromiso ante el cambio climático», señaló a la prensa el ministro Felipe Larraín.
La operación igualó el mínimo spread histórico de 50 puntos base (pb) respecto de la tasa interbancaria de referencia, igualando el obtenido en 2017, y una tasa de interés de 0,83 por ciento, la más baja obtenida en Chile en euros en su historia.
Concitó, en tanto, una demanda de 4.015 millones de euros, que equivale a 4,7 veces el monto ofertado, por parte de diversos tipos de inversionistas con particular presencia verde y diversificada también por geografía, explicó el Ejecutivo.
Respecto de la tasa de adjudicación, la demanda se compuso de más de 200 cuentas de inversionistas provenientes de Europa, Asia y todo el continente americano, informó Xinhua.
El gobierno había anunciado a fines de mayo la emisión del primer bono verde para América Latina, destinado a financiar proyectos sustentables y amigables con el medio ambiente, por hasta 1.500 millones de dólares.
Larraín destacó este martes los resultados de dicha emisión en dólares, cuya operación «reafirma la confianza de los mercados internacionales en Chile, obteniendo tasas históricamente bajas, incluso por debajo de aquellas equivalentes del mercado secundario», declaró.
El ministro aprovechó la oportunidad para «confirmar tanto la solidez macroeconómica del país como el exitoso resultado de los esfuerzos de promoción realizados en diversas regiones, a través de las visitas a inversionistas, con el fin de atraer el interés internacional».
En línea con lo anunciado en el plan de emisión 2019 en enero del presente año, con esta transacción se concluye la emisión de bonos soberanos en moneda extranjera.
Los fondos pretenden destinarse a proyectos de transporte limpio, eficiencia energética, energías renovables, conservación de la biodiversidad y de los recursos marinos, manejo del agua y edificios sustentables, entre otros.
