Asunción, 3 oct (EFE).- Las empresas del sector del transporte fluvial confían en que se va a triplicar en la próxima década el volumen de mercancías que se transporta a través de la Hidrovía de la Cuenca del Plata, desde las 22 millones de toneladas que se embarcaron en el último año hasta alcanzar las 60 en el 2030.
La puesta en marcha de infraestructuras viales, las políticas de dragado y mantenimiento de los cauces fluviales o la mejora del sistema portuario son algunos de los motivos con los que esperan que se potencie el tráfico fluvial que comparten Bolivia, Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay.
Así lo explicó a Efe Juan Carlos Muñoz, el vicepresidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos de Paraguay (CAFYM), que aglutina a la mayor parte de las empresas que navegan los ríos Paraná y Paraguay, así como sus afluentes que conforman la Hidrovía.
«El sistema ha dado muestras de sostenibilidad a lo largo de los 30 años que empezó el programa. Nosotros empezamos en 1988 con un escenario de 700.000 toneladas de carga y eso ha crecido y no ha parado de crecer», argumentó Muñoz durante la Feria Navegistic, que concentra a los representantes de las empresas del sector en Asunción.
Por la Hidrovía circulan anualmente cerca de 5.000 barcos de transporte, casi en su totalidad con bandera paraguaya, que transportan en grandes contenedores productos agropecuarios como los granos de soja y la carne de vacuno o minerales como el hierro.
«El mundo requiere cada vez más proteína vegetal y proteína animal, esta es la zona donde se conjuga el clima y la buena tierra para poder seguir creciendo todavía», expresó Muñoz.
Según sus cálculos, cerca del 55 % de las mercancías proceden de Paraguay, otro 35 % de Brasil y el resto de Bolivia, Argentina y Uruguay, cuyo puerto marítimo de Montevideo permite la salida de parte de esa carga al resto de continentes.
Muñoz admitió que el sector ha sufrido este año las consecuencias de las condiciones meteorológicas adversas de la región, tanto de los periodos de inundaciones como de sequías, que afectan a la producción agrícola pero también al tránsito fluvial.
Sin embargo, sigue defendiendo las virtudes de esta forma de transporte fluvial que, a su juicio, garantiza un bajo coste y reduce el impacto medioambiental.
Ante esta situación, abogó por que tanto Argentina como Brasil aumenten su volumen de transporte fluvial para diversificar más su sistema logístico, especialmente en las zonas ribereñas.
«Los dos países más importantes de Sudamérica han dado la espalda al transporte fluvial mercante, cuando es uno de las principales vías y más eficientes», enfatizó.
Por otro lado, ve con buenos ojos la intención del Gobierno boliviano de aumentar el transporte través de la Hidrovía en dirección al Atlántico, como alternativa a su comercio por puertos chilenos del Pacífico.
Sin embargo, para que el sistema fluvial permita un aumento tan grande del volumen de mercancías, el vicepresidente de CAFYM estima que es necesaria una inversión cercana a los 200 millones de dólares para dragar algunos de los tramos del los ríos Paraná y Pilcomayo.
«Entendemos que el Gobierno está en vías de solucionar ese tema al corto plazo y eso hace ver que el movimiento va a crecer», agregó.
Más allá de los aspectos de comercio exterior, Muñoz también espera que el transporte fluvial por la Hidrovía permita alcanzar otras vías de integración regional.
Como ejemplo, recuerda que ya existe un proyecto en marcha para la puesta en marcha de un ferry fluvial que descongestione el caótico tráfico de vehículos en Asunción, lo que podría extraoplarse a otros países.
«Vemos que la población vive de espaldas al río, no han subido a un barco en su vida», lamentó. EFE
