Empresas fluviales preocupadas por critica navegación en el Paraguay y Paraná

Asunción, 4 nov (EFE).- El transporte fluvial de Paraguay, que mueve el 90 % de su comercio internacional, está en estado crítico por la bajada de los ríos Paraguay y Paraná, que sirven como ruta de salida y entrada de productos a Argentina, Bolivia y el sur de Brasil.

Juan Carlos Muñoz, vicepresidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (CAFyM), dijo este lunes a Efe que la situación «es muy delicada» ya que no se prevén grandes lluvias hasta dentro de tres meses, cuando comience el transporte de soja, grano del que Paraguay es cuarto exportador mundial.

Muñoz consideró que este período de estiaje se ha vuelto «atípico por la velocidad» de la bajada de los niveles del Paraguay y del Paraná, que desembocan en la Cuenca del Plata.

De momento el sector no tiene cuantificado el impacto económico del fenómeno y los trastornos logísticos del mismo.

«Lo que está pasando es que se agravan las incidencias, hay mayores tiempos, mayores costos logísticos de entre un 20 y 30 % que lo pagan todos, el consumidor, el productor, lo pagamos nosotros como prestadores de servicios», apuntó.

En la actualidad, la altura de esos ríos mantienen una profundidad navegable de entre 2,13 y 2,74 metros, con canales muy angostos que complican la travesía, por lo que los armadores solicitaron al Gobierno «poner más dragas en las zonas de navegación».

El CAFyM está a la espera de que las autoridades de Argentina, país con el que Paraguay comparte ambas rutas fluviales, le autorice a dragar puntos críticos aguas abajo de la represa binacional de Yacyretá.

A través del Paraná, la navegación comercial mueve al año unos 3 millones de toneladas de soja, derivados de este grano y arroz, pero esta vía no está siendo utilizada desde hace 40 días, afirmó Muñoz, para quien parte del problema se debe a la «enorme deforestación en las cuencas alta de Paraguay y el Paraná, en Brasil.

«Hoy la región central suramericana no tienen un régimen de lluvia que tenía a principios del siglo XX o hasta la década de los 80 o 90», resaltó

El transporte fluvial paraguayo, que abandera gran parte de los buques de la Cuenca del Plata, solventa este mal momento gracias a que sus buques «están adaptados a un esquema que permite una navegabilidad a pleno» en aguas bajas, indicó el empresario.

«Lo ideal es tener 10 pies de calado, 3,10 metros», subrayó Muñoz, al hacer hincapié en que solo una gran lluvia podría cambiar la situación si se tiene en cuenta que no se pueden acometer grandes obras de dragado en período de aguas bajas.

El transporte fluvial por los ríos Paraná y Paraguay, que divide a al país en dos regiones, permite el traslado de enormes convoyes de contenedores con productos agropecuarios como soja y carne o minerales como el hierro que se explota en la frontera de Bolivia y Brasil. EFE

Comentarios