Mercados se despiden en calma de la era Macri, expectantes ante nueva gestión

Natalia Kidd

Buenos Aires, 6 dic (EFE).- Los mercados en Argentina operan este viernes en calma la última semana de Mauricio Macri como presidente de Argentina, con los inversores expectantes ante la inminente presentación del equipo económico del nuevo Gobierno de Alberto Fernández, que se iniciará el próximo martes.

La Bolsa de Buenos Aires, que hoy subía un 2,88 %, había iniciado la semana golpeada por la decisión de Donald Trump de imponer aranceles a los envíos de acero y aluminio desde Argentina y Brasil, pero revirtió tendencia a partir del miércoles y desde entonces ha operado en terreno positivo, aunque con volumen acotado de operaciones, signo de la cautela entre los operadores.

Igual comportamiento tuvieron esta semana los títulos públicos argentinos, aunque con bajadas y recuperaciones más moderadas, mientras que el índice de riesgo país bajaba este viernes hasta los 2.235 puntos básicos.

En el mercado cambiario local, con tantos sobresaltos en los últimos meses, el precio del dólar estadounidense se vendió hoy en el estatal Banco Nación a 62,25 pesos por unidad, valor que ha mantenido en las últimas dos semanas.

Sin definiciones concretas desde que Fernández ganó las presidenciales a finales de octubre pasado, todas las miradas se centran en el anuncio que en la tarde de hoy, una vez que cierren los mercados, hará el presidente electo sobre los nombres de los ministros que integrarán su gabinete, con la gran incógnita de quiénes comandarán las áreas económicas.

«Hoy por la tarde se anuncian los ministros. Espero que dejen trascender las ideas que llevarán a delante en los diarios del fin de semana. El martes asume el próximo presidente y el miércoles debería anunciarse el paquete de medidas», comentó el economista Salvador Di Stefano.

A la espera del anuncio oficial, la prensa local especula que la cartera de Producción estará a cargo de Matías Kulfas, uno de los principales asesores de Fernández, mientras que el área de Hacienda y Finanzas quedaría bajo el mando de Martín Guzmán, un académico experto en temas de deuda soberana y colaborador del premio nobel de Economía 2001 Joseph Stiglitz.

El pesado horizonte de compromisos de deuda de Argentina es uno de los asuntos que más preocupan a los inversores, temerosos de una reestructuración agresiva, pese a que Fernández ha hablado solo de extender plazos de pago.

«El mercado asume ya algún tipo de reestructuración en los instrumentos ya reperfilados. Hay una cautela extrema en los inversores. Si eso se encarrilara de alguna manera y estuviéramos ante un mercado más o menos sano, veremos a los activos argentinos recuperando en el corto plazo. Pero no es un escenario fácil», observó Santiago Abdala, director de la firma Portfolio Personal Inversiones.

Los mercados se despiden de la «era Macri» con el sabor amargo que deja una gestión que empezó a finales de 2015 con claras señales positivas hacia el mundo financiero y se despide con controles cambiarios, un fuerte endeudamiento público que despierta los peores temores entre los inversores y una recesión que ha golpeado a todos los sectores en Argentina.

Macri, un empresario de ideas liberales en materia económica, llegó a la Casa Rosada con la firme decisión de desmontar todas las restricciones financieras y comerciales que, a su juicio, entorpecían la economía, y lo hizo, pero la «lluvia de inversiones» prometida nunca llegó.

Durante su gestión, la actividad económica tuvo una evolución decepcionante: retrocedió un 2,2 % en 2016, se recuperó un 2,9 % en 2017, se contrajo un 2,5 % en 2018 y profundizó su recesión en 2019, año en el que el PIB se contraerá un 2,8 %, de acuerdo a cálculos de consultoras privadas.

Argentina volvió a ser considerado un mercado «emergente» en 2018, pero el dejar de ser una plaza de «frontera» no le valió de mucho porque ese año hubo una reversión global de flujos, que huyeron de las economías emergentes, golpeando al país suramericano.

De hecho, los problemas se desencadenaron en abril de ese año y se manifestaron en una fuerte escalada en el precio del dólar en la plaza cambiaria local, una crisis que luego se contagió a la economía real.

Desde entonces, hubo muchas rachas de sobresaltos en los mercados, pero las más violentas se desencadenaron en agosto último, tras el revés de Macri en las elecciones primarias, con un hundimiento pocas veces visto en los precios de los activos financieros argentinos.

Lo que siguió fue una serie de medidas «de emergencia» a contramano del discurso promercado que siempre tuvo Macri: duras restricciones para la compra de divisas y un «reperfilamiento» de deuda soberana de corto plazo que los inversores leyeron con un cese de pagos selectivo.

En cuatro años, el precio del dólar aumentó casi un 540 %, lo que impactó de lleno en la pérdida de valor de los títulos públicos y acciones medidos en moneda estadounidense.

En términos de reputación como emisor de deuda soberana, el desempeño de Argentina en los cuatro años de la era Macri tuvo sus altibajos, porque en 2016 el Gobierno llegó a un acuerdo con acreedores que litigaban contra el país desde el cese de pagos de 2001, lo que le permitió mejorar la calificación, pero este año se han hecho evidentes los problemas de liquidez para afrontar los abultados vencimientos.

Y esto queda evidenciado cuando se observa la curva del índice de riesgo país de Argentina: 480 puntos básicos al inicio del Gobierno de Macri, un mínimo de 342 unidades en octubre de 2017 y un máximo de 2.532 puntos a finales de agosto pasado. EFE

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