Fiat Chrysler gana un 19% menos en 2019, pero confirma objetivos para 2020

Laura Serrano-Conde

Roma, 6 feb (EFE).- El grupo automovilístico ítalo-estadounidense Fiat Chrysler (FCA), inmerso en las negociaciones para una posible fusión con la compañía francesa PSA, informó este jueves de que ganó 2.700 millones de euros en 2019, un 19 % menos en comparación con 2018, pero confirmó los objetivos de 2020.

Los ingresos del grupo en 2019 fueron de 108.187 millones, un 2 % menos que en 2018, mientras que el resultado neto de explotación (ebit) ajustado fue de 6.668 millones, un 1 % inferior que los 6.738 millones de 2018; y el flujo de caja libre industrial del ejercicio de 2019 fue de 2.113 millones de euros.

Los resultados, en línea con lo esperado por el mercado, y la confirmación de los objetivos para 2020 -resultado neto de explotación (ebit) ajustado superior a los 7.000 millones y un flujo de caja libre industrial mayor a los 2.000 millones- fueron suficientes para que los inversores en Milán apostaran por las compras del título.

Así, a las 15.04 hora local (14.04 GMT), las acciones de FCA en la Bolsa de Milán subían un 2,84 % y se intercambiaban a 12,66 euros.

El consejero delegado del grupo, Mike Manley, destacó en la conferencia con analistas las ventas récord de vehículos en Estados Unidos que fueron un 18 % más elevadas que en 2018, sobre todo gracias a sus marcas estrella Ram y Jeep.

Y subrayó la mejora experimentada en América Latina, donde FCA obtuvo unos ingresos de 8.461 millones de euros, un 309 % más que en 2018, y un ebit ajustado de 501 millones de euros, un 142 % superior.

«2019 ha sido un gran regalo para la compañía. Estoy seguro de que 2020 también lo será. Nos espera un futuro brillante y de gran fortaleza», apuntó.

Sin embargo, no todo fueron buenas noticias. Manley también reconoció el mal comportamiento que presentó la marca Maserati el pasado ejercicio, cuando registró una caída en las ventas del 45 % (19.300 unidades) y de un 40% en los ingresos, que se quedaron en los 1.603 millones de euros.

«2019 ha sido un año difícil para Maserati, con caídas en las ventas y cierta ralentización en el mercado chino. Pero soy optimista con el futuro. Hay un equipo que está haciendo un gran trabajo», expuso, al tiempo que recordó que el plan estratégico diseñado para Maserati prevé la electrificación de la flota y nuevos lanzamientos al mercado cada año desde 2020 hasta 2024.

El grupo se encuentra negociando una fusión entre iguales con PSA, fabricante de Peugeot, Citroen y Opel, y según sus estimaciones la operación podría quedar cerrada «para finales de 2020 o principios de 2021», según el comunicado.

La operación creará el cuarto fabricante mundial de coches en ventas y generará sinergias de unos 3.700 millones de euros anuales.

El futuro nuevo grupo automovilístico tendrá además unas ventas estimadas de 8,7 millones de unidades (el 9,5 % del total global) y una capitalización de unos 45.000 millones de euros.

Más allá de esta esperadísima operación, el tercer intento de FCA de fusionarse en cuatro años tras los fracasos en 2015 con la estadounidense General Motors y en 2019 con la también francesa Renault, la empresa de la familia Agnelli también emprendió en 2019 otras iniciativas destinadas a crear valor.

Entre ellas, las nuevas inversiones para ampliar la capacidad de producción en Michigan para la próxima generación del Jeep Grand Cherokee, los nuevos Jeep Wagoneer y Grand Wagoneer y el nuevo SUV Jeep de tres filas de asientos; o el acuerdo de colaboración con Enel X -la marca de nuevas soluciones energéticas del grupo Enel- y el Grupo ENGIE para el desarrollo de soluciones de movilidad eléctrica para vehículos en Europa.

De forma paralela, el consejero delegado de FCA avanzó en una entrevista con el diario económico Financial Times que una de las plantas en Europa corre el riesgo de tener que detener su producción «en 2-4 semanas» por problemas de abastecimiento de piezas procedentes de China, a causa del coronavirus.

Manley no especificó qué instalación es la afectada y se limitó a garantizar que hay un equipo controlando la situación que, en caso necesario, buscará fuentes alternativas, si bien esto «lleva tiempo porque los nuevos componentes tienen que ser certificados y registrados». EFE

Comentarios