Cándido Bracher: «Los bancos son parte de la solución para superar la crisis del COVID-19”

Sao Paulo, 28 abr (EFE).- Las instituciones financieras son «parte de la solución» para superar la actual crisis del coronavirus y «no del problema», como lo fueron en la depresión de 2008, opinó en entrevista con EFE Cándido Bracher, el presidente del brasileño Itaú Unibanco, el mayor banco privado de América Latina.

Realizada a través de correo electrónico mientras Brasil combate un alza de muertes (más de 4.500) y casos (unos 66.000) de la COVID-19, Bracher se refirió sobre los efectos de la crisis económica y social en las operaciones del banco.

El ejecutivo vaticinó que las «pérdidas con crédito este año de 2020 serán sensiblemente superiores» a las de 2019 y consideró que, en este momento, los gobiernos de América Latina deben cambiar sus «prioridades», pues será «necesario inyectar recursos fiscales en la economía para atenuar los efectos de la crisis».

Itaú Unibanco, uno de los 20 mayores bancos del mundo que opera en países como Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, cerró 2019 con un beneficio neto de 26.583 millones de reales (unos 4.700 millones de dólares al cambio de hoy), lo que supone un aumento del 6,4 % respecto al año anterior.

P. Con su donación de 1.000 millones de reales (175 millones de dólares), el compromiso económico del Itaú ha sido el mayor de una institución financiera en Brasil, y uno de los mayores del mundo en su sector, ¿cree que otros bancos podrían haber hecho más para luchar contra la enfermedad?

R. El momento exige medidas urgentes y colaboración de todos. Todavía hay muchas cosas que pueden y deben hacerse. Nosotros, del Itaú Unibanco, nos comprometimos en iniciativas que reduzcan los efectos sociales de la pandemia. No nos corresponde juzgar acciones adoptadas por otras instituciones. Puedo decir que, en general, he visto una corriente de solidaridad inédita en esta crisis, inclusive en el sector bancario.

Además de la donación de 1.000 millones de reales, que originó la iniciativa ‘Todos por la Salud’ (encargada de gestionar los 1.000 millones de reales), recientemente nos unimos a nuestros principales competidores para realizar donaciones conjuntas (entre ellas, compra de pruebas de el COVID-19, mascarillas para gobiernos regionales y las comunidades carentes y equipos de tomografía). Además, nos estamos uniendo en una cuarta iniciativa, con más bancos, para comprar 4.800 respiradores para el Ministerio de Sanidad de Brasil.

P. La imagen del sector financiero resultó muy desgastada desde la crisis de 2007-2008. ¿Cree que donaciones como las del Itaú contribuyen a mejorar la percepción de los bancos?

R. En la crisis financiera de 2008, los bancos, sobre todo los de los países desarrollados, eran parte relevante del problema económico. Ahora, estamos en una crisis sanitaria, y los bancos son parte de la solución. El momento exige la solidaridad de las personas y de las empresas. La gravedad del contexto actual exige tanto del Gobierno como de la sociedad civil una actuación rápida y efectiva para combatir la COVID-19. De esta forma, decidimos adoptar medidas dentro de nuestras actividades bancarias y, también, medidas de carácter social, a través de donaciones y de ‘Todos por la Salud’ (encabezada por Paulo Chapchap, director general del Hospital Sirio-Libanés de Sao Paulo).

P. ¿Cómo se están preparando para los impactos económicos de la pandemia? ¿Temen una morosidad masiva debido al desempleo?

R. Tenemos instrumentos de control de riesgo muy eficientes. Pero el hecho es que la morosidad va a aumentar. Las pérdidas con crédito este año de 2020 serán sensiblemente superiores a las de 2019. Creo que la naturaleza de la actividad de los bancos va a cambiar en los próximos años. El eje de nuestra actuación deberá ser ayudar a los clientes a atravesar el periodo de inactividad resultante de la cuarentena y, una vez acabado ese periodo, apoyarlos en el trabajo de recomposición de su equilibrio financiero. Llegar a este objetivo va a llevar tiempo, seguramente más de un año.

P. ¿Cómo deben reaccionar los gobiernos de la región para evitar convulsiones sociales en América Latina?

R. Las prioridades de los gobiernos tienen que cambiar para enfrentar la crisis. Si antes el centro principal de la política fiscal era el de reducir la relación deuda pública/PIB, ahora será necesario inyectar recursos fiscales en la economía para atenuar los efectos de la crisis. Sin embargo, es fundamental que esta inyección se haga con criterio y eficiencia para poder actuar mejor sobre los graves efectos de la mala distribución de renta en la región.

Superado el período más agudo de la crisis, el objetivo vuelve a ser el de retomar el equilibrio fiscal para asegurar la confianza de los tenedores de deuda pública. Lo que se debe procurar evitar a cualquier precio es la necesidad de que se eleven los intereses en la salida de la crisis, pues eso dificultaría mucho más el restablecimiento del equilibrio financiero de individuos y empresas y agravaría los problemas sociales de la región. 

Antonio Torres del Cerro. EFE

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