Luz al final del túnel: economía rebota con mayor vigor

Los datos entregados por el Banco Central del Paraguay (BCP) brindan mayor optimismo sobre capacidad de recuperación. 

En julio la actividad económica volvió a registrar, por segundo mes consecutivo, un crecimiento interanual.

Contracción del PIB en 2020 sería mucho menor a la proyectada inicialmente.

No obstante, el retorno a la normalidad no es homogéneo en todos los sectores.

De acuerdo a informaciones preliminares, el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAEP) ha registrado un crecimiento de 0,9% con respecto al mismo mes del año anterior. Con este resultado, el IMAEP acumula una variación de -0,3% a julio de 2020.

“El Indicador Mensual de Actividad Económica registra dos meses seguidos de subas interanuales a julio de 2020. Su nivel (desestacionalizado) de julio representa el 97% del promedio de enero y febrero (antes de los efectos de la pandemia) ¡Vamos mejorando!”, manifestó el ministro de Hacienda, Benigno López.

En el comportamiento interanual del mes han incidido los desempeños positivos registrados en la agricultura, la construcción y algunas ramas de la industria. No obstante, se observaron resultados negativos en los servicios, la ganadería, electricidad y agua.

En base a las últimas cifras de la campaña agrícola 2019/2020, recibidas del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), la producción de ciertos cultivos como la soja y el maíz han sido ajustados al alza, dando como resultado un desempeño más favorable en la agricultura.

La construcción registró un importante crecimiento interanual, explicado por la mayor ejecución de las obras, sobre todo públicas.

CONTRACCIÓN MENOS PROFUNDA

“El rebote de la actividad económica está siendo más fuerte que la inicialmente proyectada.  El crecimiento mensual iría desacelerándose en los próximos meses (podría ser incluso negativo), pero la contracción del PIB en 2020 sería mucho menor y estaría en un rango entre -1% y -2%”, indicó el economista Carlos Fernández Valdovinos, expresidente del BCP.

No obstante, el retorno a la normalidad no es homogéneo en todos los sectores. Algunos recuperaron todo su dinamismo, pero otros permanecen en un nivel de actividad muy por debajo al observado en la prepandemia. Esto también tiene un impacto diferenciado en el mercado laboral.

Dentro de la industria, incidieron positivamente la producción de lácteos, molinerías y panaderías, otros alimentos, químicos, maderas, maquinarias y equipos, la fabricación de minerales no metálicos, metales comunes y productos metálicos. Sin embargo, estos comportamientos favorables fueron atenuados por las variaciones negativas observadas en la producción de carnes, aceites, bebidas y tabacos, productos de papel, textiles y prendas de vestir.

“En junio se alcanzó el 95% del nivel de actividad económica previa a los efectos de la pandemia y en julio estamos en el 96%. Son 3 meses consecutivos de variaciones mensuales positivas del indicador desestacionalizado”, agregó Humberto Colmán, director del BCP.

En los servicios predominan los efectos negativos observados en las actividades de hoteles y restaurantes, servicios a los hogares, servicios a las empresas y comercio. En contraste, mostraron resultados positivos las telecomunicaciones, intermediación financiera, los servicios gubernamentales y transportes.

Por su parte, la menor generación de energía eléctrica de las binacionales continúa siendo explicada por el bajo caudal hídrico del río Paraná, como también por la menor demanda de Brasil debido a la caída de su actividad económica.

Finalmente, el IMAEP que excluye a la agricultura y a las binacionales ha registrado un crecimiento interanual de 0,4% y acumula una variación de -2,1% a julio de 2020, según un reporte del Banco Central del Paraguay (BCP).

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