Christian Cieplik: “El impacto del COVID-19 reveló muchas falencias e inequidades”

La pandemia del coronavirus trajo un gran aprendizaje, pero a un gran costo.

No se trata solo de una cuestión económica, comercial, de participación o de utilidades. Es una afectación más profunda y llevará un tiempo para reconstruirnos.

PLUS: ¿Cómo encuentra el escenario del COVID-19 en Paraguay y la coyuntura regional?

Christian Cieplik: Encontramos una nueva exigencia, una nueva normalidad, que de alguna manera nos exigió a los puntos de venta saber adaptarnos a una velocidad tremenda y con un giro violento muy importante; porque de un día para otro todo lo que se venía haciendo dejó de tener importancia.

La nueva normalidad hizo foco en todo lo relacionado a salud, protocolo sanitario y todo aquello que es trazable. El manejo y manipuleo de alimentos tomó una importancia tremenda, que hizo girar el foco del consumidor hacia los productos básicos perecederos; dejando de lado aquellos que no forman parte de la cadena de primera necesidad, fuera de lo que respecta a higiene personal, limpieza y desinfección, que lógicamente en el primer momento fueron los grandes protagonistas y después fueron acomodándose.

Así como estas categorías fueron subiendo, otras bajaron, lo que en la generalidad hizo que los supermercados a nivel regional -igual que en Paraguay- no hayan aumentado sus ventas, al contrario. Debido a varias razones que tienen mucha lógica, primero que solo un miembro por familia se acerca al punto de venta cuando antes era un paseo, una actividad familiar con muchos impulsores de ventas, como los niños. Todo esto se terminó al no tener acceso a los menores de edad y mayores de 60 años, los primeros que impulsan ventas y los segundos porque durante el paseo muchas veces hacen compras aunque no las tenían planificadas.

Entonces hoy el que tiene la misión de compra, ya viene con una lista clara y específica y se queda un 30% menos de tiempo que antes dentro del punto de venta. A esto hay que sumar además los protocolos sanitarios que implicaron una gran inversión, en lavatorios, separadores acrílicos en las cajas, sistemas de pulverizado para limpieza de carritos, de los lugares de trabajo con contacto directo con clientes, todo el envasado de productos que estaban a granel, además del equipamiento de la gente que fue lo primordial. Todo esto provocó además que los costos de la operativa aumentaran.

También se suma que las grandes campañas que se solían realizar, como las escolares, del día del niño entre otras, sufrieron caídas muy importantes, porque al no haber clases presenciales, no hay ventas de artículos escolares, de la merienda o desayuno que compraban las mamás, no hay fiestas ni reuniones infantiles, y fueron categorías que se vieron muy afectadas. Y el aumento en las ventas -en su momento- de artículos de limpieza e higiene, no compensa el peso de un consumo diario familiar y mucho menos en el tiempo que ya llevamos con la pandemia. Los patios de comida aún se encuentran cerrados, la gente cocina en casa y el mix de compras ha variado, así que todo eso tuvo sus efectos. 

Es importante resaltar que Paraguay ha sobresalido desde el punto de vista de adecuación e instalación de todas las medidas y protocolos sanitarios que permitieron el cuidado de nuestra gente y de la que acude a los puntos de venta; lo que de alguna manera ayudó a tener un bajo nivel de contagio al inicio.

Destaca también el esfuerzo tremendo de la industria nacional que se vio sobrepasada de un día para otro, a consecuencia del cierre de fronteras. Al no ingresar productos de contrabando, la industria nacional tomó protagonismo y pudo medir por primera vez en muchos años, su verdadera capacidad y potencial de mercado. Vimos cómo empresas que normalmente se abastecían de productos que ingresaban del exterior, empezaban a solicitar a empresas locales, lo que provocó que los proveedores vieran cuán grande puede ser nuestro mercado para la industria nacional y con eso la ocupación y generación de empleos.

PLUS: ¿En qué medida observa el crecimiento o aumento de las compras a través de canales digitales?

Christian Cieplik: Realizar compras por medio de canales digitales se volvió un fenómeno que vino para quedarse, se aceleraron las cosas debido a la pandemia. Sin dudas es una gran solución para la gente mayor y de alguna manera, para una nueva generación de servicios y de negocios. A esto hay que sumar que la omnicanalidad ha llegado para quedarse; significa que se desarrollan todo tipo de formas de ventas para llegar al cliente y poder abastecerse. 

Ya existían empresas más desarrolladas en lo que respecta a e-commerce antes de la pandemia y por ende se encontraron más preparados; y tuvieron crecimientos muy importantes y las que no estaban al mismo nivel, se pusieron las pilas con una gran rapidez y gran genialidad para estas circunstancias. Hay que considerar que dependiendo del rubro se vieron aumentos importantes, como en el caso de los alimentos y bebidas. Pero dentro de todo, sigue representando un porcentaje muy pequeño en el total de las ventas.

Hoy más que nunca la gente solo hace lo justo y necesario, pero quiere ir al punto de venta y tener garantía de lo que está consumiendo, sobre todo en un momento donde la salud está por encima de todo. Entonces el punto de venta físico sigue siendo -y sin lugar a dudas- además de una experiencia de compra, la oportunidad para que el consumidor pueda ver y percibir con qué seguridad y protocolo se están manejando todo lo que va a llevar a su casa.

PLUS: ¿Considera que el consumo a nivel general ha caído?

Christian Cieplik: El consumo a nivel general ha sufrido y ha caído, tenemos que considerar que hay muchísimas actividades que, no solamente están limitadas, sino cerradas, como los eventos sociales y algunos deportes.

Por otro lado, al rubro gastronómico le cuesta muchísimo retomar el mismo ritmo anterior a la pandemia. Un claro ejemplo son los patios de comida, que están lejos de lo que eran, por lo que se ve una caída del consumo importante y principalmente una pérdida de trabajo y de ingresos en todos los hogares.

Según un estudio con el que contamos, el 70% de los hogares presentaron pérdidas en sus ingresos desde el inicio de la pandemia, un 38% ha perdido su fuente de ingreso y un 42% se enfrenta a dificultades para cubrir sus compromisos; así mismo un 27% de los hogares tuvo por lo menos a un miembro suspendido en el trabajo sin paga. Entonces el escenario se presenta muy complicado y es un golpe muy grande que sin lugar a dudas impacta en el consumo general. A eso se suma también que cuando estamos en una situación de incertidumbre, hasta la gente que dispone de ahorros o con mayor capacidad financiera, restringe sus gastos a lo justo y necesario.

Como decíamos desde el inicio, de esta situación no saldrá un ganador, sino algunos menos lastimados. No se trata solo de una cuestión económica, comercial, de participación o de utilidades; es una afectación más profunda y llevará un tiempo para reconstruirnos.

Así mismo el impacto del COVID-19 reveló muchas falencias e inequidades a nivel regional en cuanto a servicio, infraestructuras y prestaciones; así es que un gran aprendizaje a un gran costo, genera este tipo de visibilidades, de las que siempre se hablaban pero no había forma de demostrarse.

PLUS: ¿Cuáles son los productos que han presentado un incremento de la demanda?

Christian Cieplik: Son los productos básicos, todo lo demás han sufrido caídas importantes. Los sectores de la producción como panadería, confitería y rotisería, realmente se vieron muy afectados; al inicio por la prohibición y posteriormente cuando se fueron cambiando los protocolos, por la obligación de envasar los productos a granel.

Otros productos como chocolates, galletitas y golosinas también sufrieron los efectos, ya que los mismos tienen mucho que ver con el impulso de venta que generaban los chicos, como actividades sociales y escolares.

PLUS: ¿Cómo el COVID-19 está transformando el negocio de los supermercados?

Christian Cieplik: Realmente pone a prueba toda la capacidad que se pueda tener, en todos los países se han instalado dos equipos, uno de crisis para resolver los problemas del día a día, para tener un correcto abastecimiento, para el cuidado de los talentos humanos, el cumplimiento de los protocolos. Personas que estén atentas a satisfacer estas nuevas necesidades que se tienen, además de las afectaciones, porque hoy salir al supermercado no es lo mismo que antes; y eso genera un desafío a todos los talentos humanos que están en la primera línea en la prestación de servicios, implica tener consciencia, tolerancia y capacidad de administración.

Y un segundo equipo que esté pendiente y viendo qué es lo que va a pasar y en qué tiempo, no hablando a seis meses o un año, si no al mes. Algo que en líneas generales va variando de manera muy rápida a las diferentes necesidades.

El otro gran tema es como ir recuperando los niveles de ventas por un lado y por el otro dándole una nueva experiencia de compra, más tecnológica, de menos contacto y con mayor preponderancia en lo perecedero y todo lo que es fresh market al consumidor final, solucionando los problemas para acceder de manera directa a los productos que están con mayor demanda; además de generar las promociones y ofertas acordes a la situación. Todo esto hizo que el supermercadismo esté haciendo un gran esfuerzo para satisfacer toda la gama, demanda y exigencia.

PLUS: ¿Considera que el COVID-19 está conduciendo a que las exportaciones e importaciones se desplomen?

Christian Cieplik: Lo que está provocando es que se encarezcan y compliquen, dependiendo del tipo de producto que hablemos porque, la demanda mundial ha cambiado y el consumidor mundial ha cambiado. Entonces hay productos que se ven con una demanda difícil de abastecer y otros con una sobreoferta con una mejora en sus costos. En líneas generales el gran mundo importador está funcionando relativamente bien.

También la nueva demanda hizo que algunos compromisos de ciertos tipos de productos -que hoy no forman parte de la lista esencial de los clientes- dejaran sin efecto las penalidades, para no traer productos que no se podrán vender. Por ende, ciertos artículos que se encontraban en stock y que han sufrido un cambio en su dinámica de venta, están ingresando a oferta para poder renovar aquellos que mayor salida tengan. De ahí viene una nueva composición en lo que respecta a la importación.

En cuanto a las exportaciones como país, como tomadores de precios de los mercados de los commodities que vendemos y se manejan a nivel mundial, estamos bastante bien y ahora hay grandes oportunidades.

Por ejemplo en estos momentos la situación arrocera de Brasil, permite a Paraguay exportar a dicho mercado a unos precios que ayudarán a un sector muy golpeado y que venía muy mal en los últimos tiempos; primero por los bajos precios y también por la dificultad de sacar los productos a través de los ríos que se encontraban con bajo calado.

PLUS: ¿Cree que aún sea posible reactivar la economía este año?

Christian Cieplik: Lo que ocurre es que ante una situación de incertidumbre como esta, donde uno no ve lo que puede pasar, es difícil planificar o programarse, más aun cuando las circunstancias sanitarias pueden cambiar la película en cualquier momento.

En Paraguay considero que estamos mucho mejor y con más posibilidades que otros de la región, con quienes comparto números y resultados locales, en las reuniones virtuales que tenemos como Asociación Latinoamericana de Supermercados (ALAS). Así mismo creo que muchos sectores –como somos un país con mucha capacidad agrícola, ganadera e industrial- con esperanza de reactivación, que si bien será lenta, pero reactivación en fin.

Hoy por hoy el peso del subsidio y la ayuda social es importante, pero es algo que debe ir sustituyéndose por la propia fuerza de generación de ingresos en la actividad comercial, que se vio tan afectada.

Considero que de alguna manera para este año, vamos a seguir a un ritmo con leves mejorías mensuales, pero no una reactivación como para decir que saldremos conformes. Será lento y duro, seguiremos remando y reconstruyendo. Entonces podemos asegurar que recién para el año que viene está la gran puesta, siempre y cuando la parte sanitaria y los números en ese sentido nos lo permitan. Deberíamos pensar más en el 2021 para la reactivación en cierta forma, que para lo que resta de este año.

PERFIL – CHRISTIAN CIEPLIK

Nacido en Biel (Suiza), casado con Aida Salomón de Cieplik. Padre de 4 hijos, Alexandra Beatriz, Anna Christina (✝), Astrid María y Christian Sebastián.

1993 – 2012 Director comercial de Agroindustrial Trociuk y Cia (AGISA)

2002 – 2006 Directivo cofundador de la Cámara Paraguaya de Exportadores  (CAPEX)

2004 – 2015 Directivo y coordinador general por la Unión Industrial Paraguaya  (UIP) de la Expo, mayor feria de exposiciones del Paraguay, sociedad entre la UIP y Asociación Rural del Paraguay (ARP)

2007 – 2010 Directivo y vice presidente de la Organización Nacional Promotora de Estrategia y Competitividad (ONPEC)

2006 – 2020 Directivo y vicepresidente de asuntos gremiales de la Unión Industrial Paraguaya (UIP)

2008 – 2010 Síndico titular y cofundador de la red local de empresas del Pacto Global de NNUU

2008 – 2013 Presidente de la Cámara Paraguaya de Molineros (CAPAMOL)

2012 – 2014 Presidente – gerente general de la Central de Ventas Multimedia SA  (CVMM)

2015 – Representante de Retail SA en la red local de empresas participantes del Pacto Global de NNUU

2015 – 2019 Presidente de la Cámara Paraguaya de Supermercados (CAPASU)

2016 – 2020 Directivo del Centro de Regulaciones, Normas y Estudios de la Comunicación  (CERNECO)

2018 – 2020 Vicepresidente segundo de la Asociación Latinoamericana de Supermercados  (ALAS)

2020 – 2022 Presidente de la Asociación Latinoamericana de Supermercados (ALAS)

2014 – A la fecha, Director comercial y director de imagen institucional de Retail SA (grupo Vierci) 

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