Las lecciones empresariales de un año incierto

Crédito columna: Bob Bailkoski, CEO de Logicalis.

La necesidad de la habilitación digital de las empresas nunca ha sido más crítica. El coronavirus ha creado interrupciones significativas en compañías de todas las industrias y, como consecuencia, muchas han tenido que invertir rápidamente en soluciones.

Tecnologías de colaboración y comunicación de los empleados, dispositivos y servicios móviles, capacidad de red y herramientas de seguridad de la información son parte de la columna vertebral del nuevo mundo.

Por eso, las empresas están reajustando sus estrategias y planes de continuidad empresarial para ser más resilientes en el futuro. El coronavirus nos ha obligado a cambiar las prioridades de nuestros objetivos y recortar costos cambiando la forma en que trabajamos y revisando nuestras necesidades de TI y de comunicaciones a corto y mediano plazo.

El asumir el papel de director ejecutivo justo cuando el brote de COVID-19 se estaba extendiendo por el mundo, me hizo cambiar las prioridades de mis propios planes para el negocio. 

Una preocupación inmediata fue garantizar la seguridad de mis 6.500 colegas en Logicalis Group y responder rápidamente a la grave amenaza de la pandemia, permitiendo que todos los empleados trabajaran de forma remota y así se mantuvieran seguros. 

Al proporcionar las herramientas y los procesos adecuados, hemos podido continuar operando de manera segura y, al mismo tiempo, alinear nuestra base de costos discrecionales para proteger la rentabilidad y el efectivo. 

Estoy particularmente orgulloso de la forma en que hemos podido apoyar a clientes de distintos sectores, centros de salud, instituciones de gobierno, bancos y empresas de telecomunicaciones entregando e implementando soluciones y servicios tecnológicos muy necesarios para garantizar su continuidad operativa.

Trabajamos en una verdadera asociación con nuestros clientes, apoyándolos con respuestas de implementación rápida a sus requisitos de TI, ofreciendo términos financieros flexibles y asesorando sobre nuevos modelos de consumo.

Para el futuro, se seguirán necesitando mentalidades innovadoras para lanzar nuevos servicios y soluciones que tengan la capacidad de adaptarse a las exigencias de los clientes y asegurar la continuidad operativa para un futuro, por ahora, incierto, donde la tecnología jugará un rol cada día más relevante no sólo como factor diferenciador a través de nuevos modelos de negocios o nuevos modelos productivos digitales, sino que un factor que permitirá “sobrevivir” a los vaivenes del ecosistema global, interconectado e interdependiente, del cual todos formamos parte.

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