Paraguay y su relación con Estados Unidos de Norteamérica

Crédito columna: Juan Pablo Fernández Bogado, analista internacional. Twitter @jpferbo

La relación bilateral entre estos dos países data de hace muchos años atrás, donde se ha estrechado en el tiempo de una manera tal que hoy día, Paraguay es uno de los países aliados en materia política, social, pero también en lo económico apoyando a la exportación de productos paraguayos en territorio norteamericano.

Según los datos oficiales, Estados Unidos establece relaciones diplomáticas con Paraguay desde 1861, aproximadamente cincuenta años después que Paraguay declarara su independencia de España. Después de la independencia, el país experimentó una mezcla de golpes de Estado, guerras civiles y dictaduras, con una transición más reciente al liderazgo civil y elecciones democráticas. Estados Unidos apoya la consolidación de la democracia paraguaya y la continuación de la reforma económica, piedras angulares de la cooperación entre los países del hemisferio.

La alianza entre Estados Unidos y Paraguay se basa en una larga historia de cooperación, fuertes intereses comunes, relaciones comerciales bilaterales importantes y respeto mutuo entre los gobiernos y las personas.

Hace poco han cambiado de presidente, dejando atrás el excéntrico periodo de Donald Trump, que ha tenido una relación muy diferente a la que este nuevo tiempo que Biden va a desarrollar. Solo para entender la importancia de la nueva dinámica que se inicia, tras los acuerdos que se tuvieron durante la administración del presidente saliente, es importante saber que muchas cosas van a cambiar y nuestro país no estará ausente de ese proceso.

Paraguay es un asociado estratégico en iniciativas hemisféricas para mejorar la cooperación en materia de lucha contra los estupefacientes, combatir el blanqueo de capitales, la trata de personas y otras actividades ilícitas transfronterizas y proteger adecuadamente los derechos de propiedad intelectual.

Además ha tomado medidas significativas para combatir la actividad ilegal en el área trifronteriza que comparte con Argentina y Brasil. Participa en programas y foros de antiterrorismo con sus vecinos y los Estados Unidos.

Estados Unidos mira al Paraguay, que tiene recursos forestales y fluviales tropicales, para comprometerse en los esfuerzos hemisféricos para asegurar el desarrollo sostenible. Solo con estos elementos podemos dimensionar geopolíticamente cuán importante es la relación entre ambos países, o que me digan lo contrario con el nuevo edificio de la embajada que pareciera más el centro de operaciones para toda América del Sur en muy poco tiempo.

Cuando uno mira los datos oficiales, ellos refieren que Paraguay tiene una pequeña pero abierta economía con una fuerte posición macroeconómica y el potencial de crecimiento continuo durante la próxima década. Los principales impulsores del crecimiento económico en Paraguay son los sectores de agricultura, comercio minorista y construcción. Hay un gran sector de subsistencia y un gran sector de reexportación subterránea, incluida la importación de bienes de Asia y Estados Unidos para la reexportación a países vecinos.

El comercio de mercancías entre los Estados Unidos y Paraguay fue de US$ 1.700 millones en 2015. Las exportaciones estadounidenses a Paraguay incluyen maquinaria, aceite, juguetes y equipo deportivo y vehículos. Las importaciones estadounidenses de Paraguay incluyen azúcar, semillas oleaginosas, oro, madera y productos de origen animal.

Estados Unidos es uno de los mayores inversionistas extranjeros en Paraguay. Más de una docena de empresas multinacionales de los Estados Unidos tienen filiales en Paraguay, incluidas firmas de computadoras, agroindustriales, telecomunicaciones, banca y otras industrias de servicios. Alrededor de 75 empresas de EEUU tienen agentes o representantes en Paraguay.

Ambos países discuten las prioridades de inversión y comercio en el Consejo Conjunto de Comercio e Inversión, un mecanismo bilateral para promover objetivos comunes de inversión y comercio.

Es muy importante recordar que Estados Unidos vigila y apoya firmemente la consolidación de la democracia de Paraguay y la continuación del fortalecimiento económico. El comercio bilateral con el país norteamericano ha aumentado en los últimos años. Esperemos que uno de los primeros temas de Cancillería con esta nueva administración sea la de lograr abrir las puertas para el ingreso de la carne y otros productos que podamos exportar.

Hay que ser estratégicos, serios y visionarios en las relaciones con este país. Estados Unidos empieza a escribir una nueva historia que esperemos devuelva la esperanza de que la cordura volvió a la Casa Blanca. Paraguay tiene mucho que seguir aprendiendo para que no vengan trasnochados a querer sacarnos la libertad como ellos supieron defender con el que se va.

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