Cuando pa Chile me voy

Crédito columna: Juan Pablo Fernández Bogado, analista internacional. Twitter @jpferbo

Seguimos recorriendo países con los cuales Paraguay tiene vínculos cercanos, pero muy poco conocidos en muchos de los casos, que arrojan beneficios tanto para ellos como para nosotros y representan un lazo de hermandad que a través de este espacio buscamos entender por qué es importante conocer más sobre las mismas.

En esta ocasión estaremos interiorizándonos en las relaciones entre Paraguay y Chile y sus oportunidades en materia económica que actualmente existen y cómo podríamos explotarla más. 

Haciendo un poco de historia para entender las relaciones de estos dos países que se remontan desde hace siglos. Tanto Chile como Paraguay formaron parte del imperio español, siendo Chile administrado bajo su capitanía general, mientras que la gobernación del Paraguay también conformó posteriormente -como una intendencia- el virreinato del Río de la Plata hasta su independencia.

Las relaciones diplomáticas bilaterales se iniciaron oficialmente el 22 de julio de 1843. Chile a través de su diplomacia intentó mediar en favor del Paraguay durante la Guerra de la Triple Alianza, y luego colaboró en los acuerdos de paz que terminaron con la Guerra del Chaco en 1935.

Durante la segunda mitad del siglo XX, debido a la cercanía de Augusto Pinochet con Alfredo Stroessner, ambos países mantuvieron una relación estrecha y de apoyo mutuo de sus regímenes militares autoritarios y dictatoriales. Esta relación fue muy beneficiosa entre ambos de forma comercial y llegaron a establecer negocios importantes durante dicho periodo de tiempo que siguen vigentes hasta la fecha.

Las relaciones comerciales chileno-paraguayas se rigen principalmente por el Acuerdo de Complementación Económica (ACE) suscrito entre Chile y el Mercosur; Paraguay en calidad de Estado plenamente adherido y Chile como país asociado, dicho acuerdo entró en vigencia el 1 de octubre de 1996.

Solo a modo de referencia, los dos países son miembros plenos de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños (Celac), la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y la Organización de Estados Americanos (OEA). Todas estas plataformas ayudan a que las relaciones puedan existir en un marco de protección jurídica que hace que las reglas sean claras y se puedan cooperar de manera organizada.

Entrando en las relaciones económicas, Chile viene exportando hacia Paraguay, principalmente automóviles de turismo vía Iquique, calzado elaborado a base de caucho, alambre de cobre, preparaciones compuestas para la elaboración de bebidas no alcohólicas y medicamentos para uso humano; entre otros productos.

Paraguay, por su parte, exporta a Chile mayoritariamente carne vacuna y de otras especies, siendo uno de los más importantes compradores en este rubro. También pellets obtenidos de la extracción del aceite de soja, maíz y diversos tipos de arroces.

En turismo, con el objeto de facilitar el libre tránsito entre los dos países, tanto los ciudadanos chilenos como paraguayos se encuentran exentos del uso del pasaporte para el ingreso de un país al otro por estancias temporales con fines turísticos, de negocios o visitas, siendo válidos solamente sus respectivos documentos de identidad vigentes. Este gran paso ha sido posible gracias a la articulación de las cancillerías de ambos países y de las plataformas donde ambos son partes como vimos más arriba.

No menos importante, al no ser un país limítrofe, pero con salida al mar, algunos puertos chilenos, en especial los del norte de Chile debido a la proximidad al Paraguay, son utilizados por la marina mercante paraguaya para sus rutas a través del Océano Pacífico. Adicionalmente, hay un proyecto para un corredor bioceánico entre Brasil y Chile que pretende incluir a Paraguay y Argentina en parte del tramo que conectará los océanos Pacífico y Atlántico.

Por último, en el año 2020 se dio inicio a la primera ronda de negociación entre el Paraguay y Chile para la profundización del Acuerdo Parcial de Complementación Económica (ACE) N° 35 de la Aladi, con el objetivo de lograr a través de un Acuerdo de Libre Comercio, la incorporación de nuevas disciplinas en beneficio de las relaciones económicas, comerciales y de inversión entre ambos países.

Desde 1996, han transcurrido casi 25 años, en los que el intercambio bilateral entre Paraguay y Chile se ha multiplicado más de diez veces. Este esfuerzo de la Cancillería Nacional está orientado a crear las condiciones para que el sector privado paraguayo pueda aumentar sus exportaciones, así como para la atracción de inversiones, con el objetivo de crear las condiciones para un desarrollo socio-económico equilibrado.

Solo necesitamos más espacios donde los referentes el sector privado se conozcan y puedan seguir incrementando los negocios bilaterales que tanta falta nos hace.

Chile es un hermano que ve al Paraguay como un socio estratégico y debemos de aprender cómo hacer negocios no solo para ellos, sino con ellos para el mundo entero.

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