Mujeres paraguayas: un legado glorioso de heroísmo y lucha

Crédito columna: Elisa Melgarejo.

A las mujeres la naturaleza nos dotó del privilegio de dar vida, el súper poder de alimentar por meses a otro ser humano desde nuestro cuerpo, somos un diseño perfecto.

Me animo a parafrasear al Papá Francisco al decir que la mujer paraguaya es la más valerosa de América Latina, somos un legado de mujeres  que marcaron fuertemente la historia de nuestra patria.

Nuestras predecesoras sin distinción de clases sociales donaron sus joyas  para afrontar los gastos de la guerra contra Triple Alianza. Ya en tiempos de paz las mujeres campesinas eran el eje que alimentaba a todos los agricultores que labraban la tierra, ya que el PIB casi dependía de ellas en su totalidad a principios del siglo XX.

Y no puedo dejar de mencionar a las guerreras que con una  máquina de coser  Singer vestían a todo un barrio con hermosas prendas hechas a medida. Son solo algunas de las historias que ellas construyeron a la par de criar hijos e hijas de bien, cuidando cada detalle del hogar. Las paraguayas somos el motor que une a las familias.

Desde siempre las paraguayas aportamos a la economía y desarrollo del país. Por varios factores las mujeres hoy en día llegamos a estar más presentes que nunca en los negocios, nos abrimos paso en el ámbito empresarial, contamos con capacidades únicas que complementan un debate en cualquier mesa de trabajo.

Una generación que no compra cuentos de hadas, no esperamos que un príncipe nos salve. Sin atajos, entendemos que el trabajo duro y la superación personal son el camino, salimos con valentía a conquistar los objetivos que nos proponemos. Aún existe una deuda social con las mujeres pero quisiera compartirles mis pensamientos de todo lo logrado por ellas hoy en su día.

Las millenians somos una  generación que apuesta fuertemente a su desarrollo personal para lograr seguir rompiendo paradigmas, mejorar la calidad de vida de quienes la rodean. 

El ojo atento de la mujer en los negocios marca una diferencia en el tablero sumando puntos para las empresas que las contratan o en los emprendimientos que desarrollan o profesión que deciden ejercer. Vamos descubriendo cómo materializar esa sabiduría milenaria cargada de intuición y emociones que nos caracteriza, siendo mucho más fino nuestro olfato para el cierre de grandes negocios o toma de decisiones.

El 24 de febrero es el Día de la Mujer Paraguaya y si me  preguntan cuál es el valor agregado que una mujer puede sumar hoy apostaría en decir su feminidad, su audacia, calidez, su dulzura, el trato encantador e inteligencia instintiva en cualquier ámbito sin perder la firmeza, y el análisis objetivo de cada escenario. La energía femenina es la que marca la diferencia en un foro o debate determinado, vamos descubriendo que desde nuestra esencia y nuestras vulnerabilidades ocurre la magia.

Décadas atrás entre prueba y error muchas imitaban cualidades y características masculinas en los negocios. Hoy día a mi parecer logramos entender que el secreto está en conectar con nuestra feminidad, ahí logramos complementar un equipo de trabajo teniendo la valentía y humildad de pulir  día a día los espacios para mejorar como personas.

Nunca antes se tuvo tantas facilidades para profesionalizarse, lograr ser un experto en cualquier tema que se elija, es algo que la mujer hoy lo utiliza a su favor. Para las que se enmarcan a desarrollar su potencial profesional sin descuidar los demás roles que elijan, podría decir que el desafío está en controlar el perfeccionismo, ser perseverantes, insistir, persistir y nunca rendirse, ser prácticas, mantener la mirada puesta en la meta, sin distracciones.

Manteniendo el legado de nuestras kuña guapas de siempre, con la familia y la crianza de los hijos, hemos dado un salto gigantesco que tendrá sus frutos en la sociedad a corto plazo.

Abrazamos la crianza respetuosa, encontramos tiempo para ser madres atentas a las necesidades de los hijos desde el respeto y el amor, así también somos el sostén y la inspiración de nuestros esposos o parejas comprendiendo que formamos equipo y trabajamos en superar los obstáculos que la vida presenta. También decidimos formar o no una familia, entendiendo que ambas alternativas son válidas.

PERFIL- ELISA MELGAREJO

Abogada por la Universidad Católica. MBA por la Universidad Católica con un diplomado en finanzas por la IAE, con 16 años de experiencia en el ámbito comercial en una de las multinacionales más renombradas de Paraguay.

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