Los médicos británicos ha votado a favor este martes por abrumadora mayoría una moción para pedir al Parlamento británico que prohíba de forma permanente la venta de tabaco a todos los nacidos a partir del año 2000.
Los integrantes de la Asociación Médica Británica (BMA, de las siglas inglesas British Medical Association) se erigirán desde ahora en un poderoso ‘lobby’ para conseguir en que Gobierno Británico apruebe una polémica medida: la prohibición total de la venta de tabaco a los ingleses nacidos a partir de 2000.
En un intento por proteger las futuras generaciones del tabaquismo, uno de los mayores problemas de salud pública del mundo y responsable directo de más de cien millones de muertes durante el siglo XX, la BMA ha probado la moción durante su encuentro anual, celebrado el pasado martes, según informa el tabloide inglés The Guardian.
Los especialistas en salud pública argumentan que un gran porcentaje de fumadores comenzaron el hábito durante la adolescencia y confían en que la prohibición contribuirá a disuadir a las generaciones futuras de empezar a fumar. Argumentan que pese a las campañas de salud pública, en 2012 el 23% de los alumnos británicos de entre 11 y 15 años había probado el tabaco al menos una vez en su vida.Impulsora de la prohibición de fumar en los espacios públicosLa decisión tendrá una importante repercusión, dado que la BMA es editora de una de las revistas de mayor impacto científico en el mundo, el British Medical Journal (BMJ), cuyos artículos son referencia para millones de médicos y científicos que determinan los programas de salud pública en todo el mundo.
Hay que recordar que la BMA también fue impulsora de las recomendaciones que condujeron en 2002 a la prohibición de fumar en espacios públicos y, en 2011, a la de prohibirlo en coches donde hubiera presencia de menores. En ambos casos, estas leyes británicas han sido precursoras de otras de similares o idénticas características aprobadas por Gobiernos de distintos países miembros de la Unión Europea, entre ellos, España.
Uno de los integrantes de la BMA, el especialista en salud pública Tim Crocker-Buque, e impulsor de la moción, mantiene que las generaciones el siglo XXI no tienen por qué sufrir las mismas consecuencias del tabaquismo, que durante el siglo pasado produjo miles de millones de muertes en todo el mundo.
«Todavía hoy, fumar es una opción real para los niños, que se termina convirtiendo en una adicción en la edad adulta extremadamente difícil de abandonar«, señala. «El 80% de los fumadores comenzaron cuando eran adolescentes y no tenían criterio ni capacidad de decidir conscientemente. La idea de esta propuesta, explica gira en torno a la prevención: dar una oportunidad a los niños que nunca han fumado, y que sigan creciendo sin hacerlo.
Crocker-Buque recuerda las estadísticas: En 2012 casi una cuarta parte de los niños de entre 11 y 15 años (un 23%) habían fumado al menos una vez, una cifra todavía alarmante pese al descenso de las cifras oficiales, que en 1996 estimaban este porcentaje en el 46%. El 66% de los fumadores habituales dijo haber empezado a hacerlo antes de los 18, y no fue hasta 2007 cuando se elevó edad mínima legal para vender tabaco desde los 16 a los 18 años.
George Butterworth, director de políticas de tabaquismo de la Cancer Research UK’s añade que «cualquier paso de se encamine a atajar las 100.000 vidas que cada año siega el tabaco deben continuar» y ha descrito la propuesta como «una idea interesante». «Queremos animar y apoyar a los fumadores a dejarlo, y muy especialmente queremos intentar que los niños nunca comiencen a hacerlo».
La idea de la BMA no es nueva. Ya hubo propuestas similares en otros países del ‘área Commonwealth’, como Singapur, Tasmania o Australia. En este último país la prohibición llegó a aprobarse en la Cámara Alta, aunque finalmente no prosperó en la Cámara Baja, con que se quedó sin efecto.Una idea «profundamente antiliberal»La propuesta tiene no obstante, sus detractores, que la califican como antiliberal, y algunos creen que causará el efecto contrario al que persigue. Simon Clark, director del smokers’ group Forest, un grupo de apoyo similar al español Fumadores por la Tolerancia, cree que en caso de que la prohibición entrara en vigor, sería ineficaz, ya que los autorizados legalmente para comprar tabaco simplemente lo harían para dárselo a quien no puede.
«Ya tenemos una legislación adecuada para disuadir a los niños de fumar», señala. Reforcemos esas leyes, pero prohibir comprar a los adultos o no en función del año en que nacieron es ilógico y discriminatorio«, señala. «Es arbitrario, ineficiente y profundamente antiliberal», sentencia. Por su parte, la Asociación de Fabricantes de Tabaco ha pedido a la BMA que reconsidere su postura «sin sentido» y que focalice sus acciones en reducir el acceso al tabaco entre los jóvenes.Un hito históricoCrocker-Buque mantiene que la moción aprobada por la BMA es una oportunidad única para conseguir un hito histórico: que Reino Unido sea el primer país de mundo en erradicar el consumo de tabaco y alcanzar una sociedad libre de fumadores en 2025. Para Sheila Hollins, presidenta de la comisión de ciencia de la BMA, la propuesta ayudará a romper el ciclo del inicio tabáquico.
Pero no todos los médicos han estado de acuerdo. Algunos sugirieron que la propuesta «demoniza a las clases trabajadoras» y creará un mercado negro de tabaco cuya composición será más perjudicial si cabe que la actual.
Yohanna Takwoingi, especialista de Birmingham, señala que con las políticas de prevención actuales se ha conseguido reducir a la mitad el número de preadolescentes que fuman en apenas 16 años, a lo que añade que una prohibición como esta sugiere que se tendría que hacer lo mismo con el alcohol. Crocker-Buque respondió a este argumento que no se pueden equiparar fisiológicamente ambas adicciones, ya que la gran mayoría de personas que consumen alcohol lo hacen moderadamente, pero no sucede así con el tabaco».
«Fumar no es un acto racional y consciente de la mente adulta, como sostienen algunos», rebate. «El 80% de los fumadores actuales lo son fruto de la intensa y constante presión social a la que fueron sometidos cuando eran adolescentes«. «Recordemos que aquellos que empezaron a fumar a los 15 años triplican las opciones de morir por cáncer derivado del tabaquismo que aquellos quienes empezaron a los 25», argumenta este médico basándose en los datos existentes.
Fuente: Expansión