España, líder del crecimiento europeo en 2015 y 2016, según el FMI

El Fondo Monetario Internacional (FMI) eleva hasta niveles de 2007 la previsión de PIB para España para este año, pero rebaja la de Alemania, Francia e Italia. En 2016, no hay cambios para España y sí nuevos recortes para el resto de grandes países europeos.

Peculiar coyuntura en la zona del euro. Ni los altos niveles de paro, ni la deuda pública, ni los problemas para cumplir con el ajuste fiscal dictado por Bruselas han impedido a España marcar otro exitoso hito: tal y como sucedió en octubre, el país ha vuelto a situarse en los informes del FMI como la única gran potencia del euro que ve mejoradas sus previsiones.

La hazaña es mayor si se tiene en cuenta que, junto a España, sólo EEUU logra un aumento de previsiones. Y que, con los datos del Fondo, España encabezará además el crecimiento europeo tanto este año como el próximo.

Aunque mal de muchos es consuelo de pocos, como muestra la ristra de cifras del World Economic Outlook, que es el informe en el que el organismo desvela las previsiones económicas y que deja un sabor pesimista en la coyuntura mundial.

1. PIB español. Según el FMI, España crecerá en 2015 un 2%, esto es, tres décimas más de lo calculado en octubre, en lo que supone la sexta revisión consecutiva de las cifras de PIB nacionales y el mejor registro desde 2007, cuando la aceleración fue del 3,5%. El dato supera al 1,7% que ven la OCDE y Bruselas, pero coincide con el esperado por el Gobierno, que no descarta incluso que se rebase ese techo, como ya auguran los analistas de Santander y CatalunyaCaixa (2,3%), los de Intermoney (2,2%) o el propio panel de expertos de Funcas, que avanza un 2,1%.

2. PIB de otras grandes potencias. La situación de España se antoja muy distinta a la del resto de potencias europeas incluidas en el informe, que sufren rebajas: Alemania queda en el 1,3%, dos décimas menos; Francia, en el 0,9%, una décima menos, e Italia experimenta un hachazo de medio punto que reduce su PIB al 0,4%. Así las cosas, tal y como se concluía en el informe de octubre, España también encabezará el crecimiento en la zona del euro durante el próximo año.

3. ¿Conclusión? El hecho de salvarse de estos recortes no es, sin embargo, una buena noticia para el país, pues un marco de desaceleración generalizada es malo para España, que necesita de sus socios europeos para lanzar una recuperación saludable. La muestra más inmediata de que gana el pesimismo es que la ristra de rebajas se traduce en una pérdida de vigor en toda la zona del euro, cuya previsión pasa del 1,4% de octubre al 1,2%. La situación contrasta con la de EEUU, la única economía junto a España que eleva sus previsiones, pues crecerá un 3,6%, medio punto más.

4. En 2016, más de lo mismo. El PIB español será el próximo año del 1,8%, como se esperaba en octubre, frente al 1,5% de Alemania (tres décimas menos), el 1,3% de Francia (dos décimas menos) y el 0,8% de Italia (medio punto por debajo de lo estimado en octubre). Esto significa que España volverá a ser líder del crecimiento de una zona del euro que ve recortada su proyección en tres décimas, quedando en el 1,4%–si bien se debe tener en cuenta que el informe sólo analiza los cuatro países de la UE citados–. Si se observan los datos se comprueba también que, al no ver variada su previsión, España es la única gran economía europea que se salva de las reducciones. En el escenario mundial, sólo EEUU mejora sus cifras, al pasar del 3% al 3,3%.

5. Los motivos. «La recuperación será ligeramente más lenta que lo pensado en octubre», explica el FMI, que destaca la flojedad de la inversión (que «evidencia el impacto del menor crecimiento del bloque emergente en el sector exportador») y el retroceso de las perspectivas inflacionarias. Estos factores restan efecto al descenso del petróleo y a la política monetaria más distendida que, a la espera de la reunión del BCE el jueves, «los mercados anticipan y las tasas de interés ya reflejan».

6. El efecto petróleo. «La considerable incertidumbre en torno a la trayectoria que seguirán los precios del crudo y los factores determinantes de su caída añaden una nueva dimensión de riesgo a las perspectivas de crecimiento mundial», asegura el FMI. Del lado positivo, «el impulso que significa para la demanda mundial el abaratamiento del petróleo podría ser mayor que el actualmente proyectado, especialmente en las economías avanzadas». Pero, añade, «es posible también que la corrección a la baja haya sido excesiva y que los precios vayan a repuntar antes o más de lo previsto si la respuesta de la oferta a la baja de precios resulta más fuerte de lo esperado».

7. Otras amenazas: la FED y el lento BCE. Junto a ello, el Fondo insiste en que persisten otros importantes riesgos a la baja y que el «estímulo del crudo se verá ampliamente superado por factores negativos». De un lado, destaca la incertidumbre derivada de «la trayectoria de la normalización de la política monetaria estadounidense en el contexto de una expansión mundial que no logra equilibrarse» y en un marco en el que la Fed mantiene al mercado inquieto sobre los planes de subidas de tipos. Mientras, el FMI avisa de que en la zona del euro ha vuelto a bajar la inflación «y los shocks adversos —internos o externos— podrían conducir a una inflación persistentemente más baja o a retrocesos de los precios, ya que la política monetaria sigue siendo lenta en responder».

8. Impacto en el PIB mundial. En este contexto, el FMI rebaja en tres décimas el crecimiento mundial para los dos próximos años: en 2015 queda en el 3,5% y en 2016, en el 3,7%. La situación es sobre todo fruto del retroceso del bloque de potencias emergentes, donde se deteriora el crecimiento en China, se desinflan las perspectivas para Rusia y se revisa a la baja el crecimiento potencial de los exportadores de materias primas. Así las cosas, el cálculo de PIB para los emergentes se reduce seis décimas para 2015, hasta el 4,3%, y medio punto para el próximo ejercicio, hasta el 4,7%. Mientras, las economías avanzadas ven elevadas sus proyecciones para 2015, que pasan del 2,3% al 2,4%, mientras que en 2016 la cifra no sufre cambios y sigue en el 2,4%.

9. Recetas. «Existe una necesidad urgente de reformas estructurales en muchas economías», insiste el FMI. «En la mayoría de las economías avanzadas, las brechas del producto todavía son sustanciales, la inflación está por debajo de la meta y la política monetaria continúa restringida por el límite inferior cero de las tasas». Por lo tanto, estima que si bien el estímulo que le infunde a la demanda la caída de los precios del petróleo es un hecho positivo, en algunas economías se necesitan medidas de política adicionales.

10. El eterno problema de la inflación. En línea con el punto anterior, el organismo advierte de que si siguen bajando las expectativas inflacionarias en las grandes economías, la política monetaria debe conservar la orientación acomodaticia a través de otros medios para impedir que aumenten las tasas de interés reales. «El ajuste fiscal debe estar a tono —en términos de ritmo y composición— para brindar apoyo a la recuperación y al crecimiento a largo plazo». En este sentido, insiste en la necesidad de aumentar la inversión en infraestructura en algunas economías, como ya hizo en octubre.

Fuente: Expansión

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