El 50 % de los brasileños prefiere que el presidente interino de Brasil, Michel Temer, permanezca en el cargo a que la mandataria suspendida, Dilma Rousseff, recupere su mandato, según una encuesta del Instituto Datafolha.
El 50 % de 2.792 electores encuestados dijo preferir que Temer continué como presidente, contra un 32 % que manifestó su deseo de que Rousseff recupere el poder.
Otro 4 % rechazó a ambos presidentes, un 3 % defendió que se convoque a nuevas elecciones presidenciales y un 9 % dijo no tener opinión sobre el asunto.
La encuesta fue realizada dos meses después de que el Senado apartara del cargo a Rousseff y la sustituyera por su entonces vicepresidente, Temer, mientras la somete a un juicio de destitución.
La mandataria es acusada de haber promovido maniobras para maquillar las cuentas públicas en los últimos años y ocultar el grave déficit de las finanzas brasileñas.
Datafolha, una de las principales encuestadoras del país, aclaró que el sondeo que realizó los pasados jueves y viernes en 171 municipios tiene un margen de error de dos puntos porcentuales.
Según la misma encuesta, tan solo un 14 % de los entrevistados califica positivamente el Gobierno de Temer y un 42 % lo considera regular, frente a un 31 % que lo desaprueba y un 13 % que se abstuvo de responder.
Los resultados indican que Temer tiene actualmente prácticamente el mismo promedio de aprobación que tenía Rousseff en abril (13 %), un mes antes de que el Senado la apartara del cargo.
El sondeo reveló igualmente que la tercera parte de los brasileños (33 %) dice desconocer el nombre del actual ocupante de la Presidencia. La mayoría (65 %) citó correctamente a Temer como el jefe de Estado en tanto que un 2 % ofreció nombres equivocados.
Rousseff, que considera el proceso que la separó del poder como un golpe de Estado, enfrenta un juicio político con fines de destitución en el Senado, que puede concluir en agosto próximo y en el que se la acusa de una serie de maniobras contables para maquillar las cuentas públicas en los últimos años.
El proceso está actualmente en manos de una comisión de senadores que debe presentar el 2 de agosto próximo un informe en el que recomendará la destitución de la mandataria o que la causa sea archivada.
Según el cronograma establecido, el pleno del Senado se pronunciará sobre dicho informe en primera votación el 9 de agosto, cuando decidirá por mayoría simple, y en una segunda votación en fecha aún no establecida y en la que Rousseff puede ser destituida en caso de que 54 de los 81 senadores la consideren culpable.
De llegarse a ese extremo, Temer concluirá el mandato que vence el 1 de enero de 2019, pero si Rousseff es absuelta, recuperará el poder una vez que se publique la sentencia.