El nuevo presidente de la petrolera estatal Petrobras, Pedro Parente, aseguró que la empresa no se privatizará ya que, según dijo a Folha de S. Paulo en una entrevista publicada el lunes, la sociedad brasileña «ni siquiera está madura para discutir» esa posibilidad.
El responsable de la mayor empresa de Brasil dijo sin embargo que puede estudiar sin trabas la venta de cualquier activo de la petrolera, lo que puede incluir la cesión del control de la explotación de los ricos yacimientos de hidrocarburos en aguas profundas del Atlántico, sobre los que ahora tiene exclusividad la compañía estatal.
No obstante, dijo que si Petrobras cede la operación de las explotaciones petroleras a otras empresas, mantendrá el control compartido de estos yacimientos, localizados a grandes profundidades, en la denominada región del presal.
En la Cámara de Diputados tramita un proyecto de ley ya aprobado en el Senado que pretende flexibilizar el régimen petrolero y limitar los privilegios de Petrobras como gestora única de estos yacimientos.
Según este nuevo texto, Petrobras tendrá preferencia a la hora de decidir si quiere gestionar el bloque, por lo que será la petrolera la que decida o no sobre esa responsabilidad, que hasta ahora era una obligación. Este régimen de producción y los privilegios de Petrobras fueron aprobados por ley en 2010, como una medida para aumentar los beneficios que el Estado percibe por la explotación de petróleo.
El único yacimiento que se ha subastado en el presal es el campo de Libra, el mayor del país, con reservas de entre 8.000 y 12.000 millones de barriles de crudo recuperables.