Dilma al Senado: “No cometan la injusticia de condenarme por un crimen que no cometí”

La presidenta apartada Dilma Rousseff divulgó este martes (16) en el Palacio de la Alvorada una carta a la que llamó «Mensaje al Senado y al pueblo brasileño», en la cual dice haber acogido críticas duras a los errores cometidos durante su gestión, y a políticas que no fueron adoptadas por su gobierno.

En el mensaje la mandataria también propone la realización de un plebiscito para consultar al electorado sobre una eventual anticipación de las elecciones presidenciales de 2018, según publicó Brasil 247.

El manifiesto de cuatro páginas fue presentado por la propia Dilma en una entrevista con periodistas en la residencia oficial de la Presidencia de la República y transmitida en su página de Facebook.

El juicio político a Dilma comienza el 25 de agosto en el Senado, y será el paso final del proceso de impeachment parlamentario que la apartó de la presidencia en mayo de este año.

«En la jornada para defenderme del impeachment me aproximé más al pueblo, tuve oportunidad de oir su reconocimiento, de recibir su cariño. Oí también críticas duras a mi gobierno, a errores que fueron cometidos y a medidas políticas que no fueron adoptadas. Acojo esas críticas con humildad y determinación para que podamos construir un nuevo camino», dice un fragmento de la carta.

«Todos sabemos que hay un impasse generado por el agotamiento del sistema político, sea por el número excesivo de partidos, por las prácticas políticas cuestionables, todo nos lleva a exigir una profunda transformación de las reglas vigentes. Estoy convencida de la necesidad y daré apoyo irrestricto a la convocatoria de plebiscito para consultar a la población sobre la realización anticipada de elecciones presidenciales», dice otra parte del manifiesto. La posibilidad de un plebiscito ya ha sido rechazada por varios líderes parlamentarios, entre ellos el presidente del Senado, Renan Calheiros, quien pertenece al PMDB, mismo partido del presidente interino Michel Temer, a quien correspondería completar el mandato de Dilma si aquella es destituida.

La mandataria culpó al Legislativo por no haber conseguido durante su segundo mandato (que comenzó en 2015) aprobar medidas económicas necesarias para el crecimiento económico del país. «Hubo un esfuerzo excesivo para desgastar al gobierno», aseguró.

Sobre las acusaciones que pesan en su contra, dijo que «a estas alturas todos saben que no cometí ningún crimen y que no hay razón legal para este proceso. Fueron actos legales idénticos a los ejecutados por otros ex presidentes. No era crimen en la época de aquellos, no es crimen ahora». Comparando su situación actual a los tiempos en que fue torturada por la dictadura militar que gobernaba a su país, en 1970, aseguró que tuvo que resistir «la cárcel y la tortura», pero no le gustaría tener que resistir «al fraude y la más infame injusticia».

«Pido a los senadores y senadoras que no cometan la injusticia de condenarme por un crimen que no cometí. No existe injusticia más devastadora que condenar a un inocente», aseguró en la carta que fue redactada con la ayuda de colaboradores suyos como Ricardo Berzoini, Jaques Wagner y José Eduardo Cardozo, además del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

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