Hacienda presenta proyecto de reforma tributaria en el Congreso

En la foto: Humberto Colmán, Fabián Domínguez y Benigno López.

Asunción, Mayo 2019 (EFE).- El ministro de Hacienda de Paraguay, Benigno López, presentó este miércoles (29) ante el Congreso el proyecto de reforma tributaria y dejó a instancia de las Cámaras «debatirlo, cuestionarlo, ampliarlo y mejorarlo como crean conveniente», según dijo a su llegada al hemiciclo.

López, acompañado por su viceministro de Economía, Humberto Colman, y el de Tributación, Fabián Domínguez, expuso los cambios legislativos presentados y se sometió a los cuestionamientos de los congresistas, que dirigieron sus críticas a la laxitud de los impuestos selectivos al consumo, que apenas introducen modificaciones.

«Uno tiene que mirar bien el contexto del proyecto. Está dentro de nuestra realidad de tratar de ir haciendo una reforma gradual y ganándonos confianza en que lo que se recauda de más se use bien», comentó el titular de Hacienda a los medios antes de hablar frente a los senadores.

López sostuvo que el proyecto de reforma «no tiene ningún privilegio para nadie», sino que se ha centrado en cumplir con la Constitución, que exige que «quien más gane, más pague».

El sistema tributario todavía vigente en el país basa su recaudación más en los impuestos indirectos, los que afectan a todos los ciudadanos independientemente de sus salarios, que en los directos, los que gravan de manera directa sus ingresos y patrimonio.

El proyecto de ley elaborado por Hacienda establece un Impuesto sobre la Renta Personal (IRP) por tramos según los ingresos netos de cada persona, con lo que en el caso de las rentas de hasta 7.800 dólares anuales (50 millones de guaraníes) la tasa aplicable será del 8 %.

El segundo tramo alcanza a las rentas que van desde esos 7.800 dólares hasta los 24.000 dólares (150 millones de guaraníes), y el tercero, a las rentas netas iguales o superiores a esa cifra.

En cuanto al Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA), gravamen indirecto, se mantiene en un 10 % general, y en el 5 % si se trata de productos básicos en la canasta familiar y en medicamentos.

«Nuestro régimen sigue siendo 10-10-10, es lo que nos da fortaleza y (margen para) trabajar para que más adelante sí se pueda hacer una reforma más profunda», reconoció el ministro.

Ese 10-10-10 al que se refería hace alusión al impuesto del 10 % de IVA, al de IRP y al del Impuesto a la Renta Empresarial (IRE), resultado de la fusión entre el antiguo Impuesto a las Rentas de las Actividades Comerciales, Industriales o de Servicios (Iracis) y el Impuesto a las Rentas de las Actividades Agropecuarias (Iragro).

Ya ante los congresistas, López habló de un proyecto de ley con «cambios en el sistema tributario» que «propone también una modificación en la estructura presupuestaria y en las compras públicas».

El documento remitido por Hacienda al Congreso fue cuestionado por las senadoras opositoras Desirée Masi, del Partido Democrático Progresista (PDP), y Esperanza Martínez, del Frente Guasu, que preguntaron al ministro por los Impuestos Selectivos al Consumo (ISC).

Hacienda apenas ha modificado las tasas sobre el tabaco, el alcohol o las bebidas azucaradas y deja abierto este punto a una posible actualización del «rango de las referidas tasas».

«No me preocupa el techo, sino el piso (…). Usted nunca va a subir (el mínimo), no mienta a la gente», manifestó Martínez durante su interpelación al ministro.

La senadora de la formación de izquierdas puso en duda que Hacienda vaya a instalar un «techo variable» en el ISC e instó al ministro a «cambiar el piso», para que de verdad se aprecie un impacto.

En la misma línea se pronunció Masi, quien afeó al ministro haber «ignorado la propuesta» de un proyecto sobre el ISC presentado por el Congreso y de «ningunear al Ministerio de Salud», que también había recomendado alzas en esas tasas.

La justificación del Ministerio de Hacienda sobre estos reproches fue que se abstuvo de abordar cambios por «el impacto que podría tener la suba de impuestos» en esos productos.

Sin embargo, esa falta de actuación se interpreta desde los sectores más críticos como una cesión ante los empresarios y las tabacaleras. EFE

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