Con la apertura de las compuertas de la hidroeléctrica Itaipú, la producción agrícola paraguaya retoma la exportación vía fluvial. Más de 200 mil toneladas de soja parten en 152 barcazas rumbo a los mercados del exterior, tras más de dos meses de estar varadas por la bajante del río Paraná.
El representante del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos, Juan Carlos Muñoz, informó que este martes empezaron a movilizarse los primeros siete convoyes de los 152 que se encontraban parados desde hace más de dos meses a causa de la bajante del río Paraná.
«Respiramos aliviados con esto, vamos a tener operaciones entre hoy y mañana, ya que a partir del día 21 se pronostica tiempo adverso con vientos muy fuertes sobre el embalse de Yacyretá», informó Muñoz en conversación con Radio Nacional del Paraguay.
La recuperación de la movilidad se da luego del vertido de aguas que realizó recientemente la represa binacional Itaipú, lo que eleva el caudal del río. «Retomaremos desde el 26 con otro vertido importante que nos permitirá completar la salida de las barcazas que estaban demoradas por falta de agua», añadió Muñoz.
Dijo que aún quedan cerca de 1 millón de toneladas de soja por sacar por lo que subirán barcazas vacías para continuar con el desalijo, situación que será aprovechada para volver a realizar el transporte pluvial de fertilizantes y combustibles que se recepcionan en los puertos del sur y que a causa de la bajante del río lo realizaban por vía terrestre.
Muñoz explicó que nunca en cerca de 50 años tuvieron una bajante tan crítica como la registrada ahora en el río Paraná. «Estos niveles de bajante nunca se dieron. Estamos muy preocupantes. Según los entendidos, es a causa de la enorme deforestación en las nacientes del río Paraguay. Ahora ya no existe un régimen de lluvias propio», afirmó.
«Estamos aprendiendo a trabajar en conjunto entre el sector público y el sector privado y eso es sumamente destacable. Paraguay por su ubicación geográfica tiene que negociar necesariamente en el ámbito internacional las facilidades de tránsito que están consagrados en los tratados internacionales, pero que en la práctica muchas veces no tenemos escenarios muy amigables», finalizó.
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