Inditex invertirá US$ 3.067 millones en su digitalización y cerrará hasta 1.200 tiendas

La crisis del coronavirus ha acelerado los planes de digitalización de la compañía gallega. Tras anunciar las primeras pérdidas de su historia, Inditex ha anunciado hoy su estrategia para el periodo 2020-2022.

Crédito: Diario Expansión, España – RIPE.

Inditex lanza un ambicioso plan para acelerar su digitalización y anticiparse a los cambios en el consumo generados por la crisis del covid-19, cuyo impacto ha provocado las primeras pérdidas trimestrales en la historia de la compañía, con unos números rojos que ascendieron a 409 millones (US$464 millones) desde febrero hasta abril.

El grupo textil invertirá durante los próximos tres años 2.700 millones de euros (US$3.067 millones) con el objetivo de duplicar el peso de la venta online en sus cuentas, integrar al completo sus plataformas digitales y sus tiendas físicas y avanzar en sus compromisos de sostenibilidad. El plan pretende que la venta online suponga 25% de los ingresos en 2022, frente a 14% que representó en 2019, y dedicará al menos 1.000 millones (US$1.136 millones) a este objetivo.

Además, la compañía pretende invertir otros 1.700 millones (US$1.931 millones) en la integración total de sus canales de venta. Con la base de su tecnología Rfid, que permitirá ya este año que todas sus enseñas trabajen con un stock único (en digital y tienda), el grupo ha desarrollado una plataforma propia, Inditex Open Platform, que promete fuertes mejoras de eficiencia y una nueva experiencia de compra.

El mercado, que ya había descontado las pérdidas, celebró ayer la nueva estrategia con un crecimiento de Inditex en Bolsa de 1,91%.

UNA EMPRESA MÁS DIGITAL

El plan irá acompañado del cierre de entre 1.000 y 1.200 tiendas de pequeño tamaño entre 2020 y 2021, la mayoría de sus enseñas dedicadas a un público más joven. Está previsto que entre 250 y 300 de estos cierres sean en España, aunque la empresa ha asegurado que no destruirá empleo y ofrecerá una alternativa a los trabajadores de las tiendas afectadas por su clausura.

En paralelo, Inditex prevé abrir alrededor de 150 tiendas al año entre 2020 y 2022, lo que supondría 450 establecimientos nuevos y finalizar el periodo con entre 6.700 y 6.900 tiendas, frente a las 7.412 actuales.

El grupo prevé así aprovechar la actual crisis para adelantar el final de su plan de optimización de tiendas iniciado en 2012. Su estrategia se ha basado en apostar por establecimientos de gran tamaño y situados en localizaciones prime para ampliar el rol de las tiendas, algo clave para su impulso digital.

Inditex quiere que sus establecimientos físicos jueguen un papel más importante en la venta online gracias a su digitalización, su utilización como almacenes urbanos desde los que gestionar repartos y su función como showrooms desde los que dar a conocer sus colecciones y potenciar su marca. Esto sólo es posible con tiendas de gran tamaño. «Vamos a poner el foco en las tiendas de mayor calidad, que son las más preparadas para desarrollar nuestros objetivos estratégicos», dijo ayer Pablo Isla, presidente de Inditex.

EL IMPACTO DEL COVID

El grupo ha realizado esta actualización estratégica coincidiendo con las primeras pérdidas de su historia en un trimestre. El cierre masivo de tiendas provocado por el covid, que llegó a afectar a 88% de sus tiendas, provocó una caída de la facturación de 44% en su primer trimestre fiscal, de febrero a abril, hasta los 3.303 millones (US$3.752). La cifra, en línea con las previsiones de los analistas, implica que el descenso superó 80% en la segunda mitad del trimestre, ya que el grupo adelantó una caída de 5% entre febrero y mediados de marzo.

Inditex ha perdido 2.624 millones (US$2.981 millones) en ventas en el trimestre, pese a que sus ventas online han crecido 50% respecto al mismo periodo del año pasado, y 95% si sólo se considera abril. La empresa indicó ayer que en mayo sus ventas comparables bajaron 51%, pero el descenso se redujo a 34% en la primera semana de junio y fue de sólo 16% en los mercados donde las tiendas ya han empezado a reabrir. La empresa espera, por tanto, un segundo trimestre -de mayo a julio- todavía muy impactado por el covid, aunque en menor medida que el primero.

Inditex reaccionó a la caída de sus ventas ajustando sus gastos. La compra de prendas bajó 43%, un ahorro de 1.028 millones (US$1.168 millones), lo que amortiguó la caída del margen bruto hasta 58,4%, sólo 1,1 puntos menos. En cambio, los gastos operativos se redujeron en menor medida, 21%, es decir, en 400 millones, por la negativa de la empresa a realizar un Erte en algunos mercados como España y porque aún no se ha visto todo el efecto de la renegociación de sus alquileres. Esta situación provocó un descenso del ebitda de 71%, hasta 484 millones, con un desplome del margen de 28,3% a 14,6%.

PROVISIONA 308 MILLONES

El resultado operativo (ebit) fue de 508 millones (US$577 millones) negativos, en gran parte por la provisión de 308 millones (US$349 millones) realizada ante las depreciaciones previstas por el plan de cierre de tiendas. El pago de menos impuestos redujo las pérdidas netas a 409 millones (US$464 millones), frente al beneficio de 736 millones (US$836 millones) que obtuvo en el primer trimestre de 2019. Sin el impacto de la provisión, el resultado neto negativo habría sido de 175 millones (US$198 millones), mejor de lo previsto por los analistas, que vaticinaban en algún caso unas pérdidas de más de 600 millones (US$681 millones).

El grupo sigue teniendo una situación financiera muy sólida, aunque ésta también se ha resentido. Inditex tenía a finales de abril una posición financiera neta de 5.752 millones, 14% menos que un año antes.

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