El gobierno de Mario Abdo Benítez decidió permitir que en Alto Paraná (frontera con Brasil) sigan las actividades laborales bajo estrictos protocolos sanitarios en horario restringido, con lo que retrocedió en la cuarentena total dispuesta el 29 de julio tras protestas ciudadanas.
Las autoridades departamentales y nacionales acordaron que las actividades laborales en el Alto Paraná van a continuar bajo estrictos protocolos sanitarios, de 05:00 a 17:00 horas, de modo a que la economía en la zona siga operando.
Así lo confirmó el gobernador del décimo departamento, Roberto González Vaesken, en conferencia de prensa este jueves tras la reunión que mantuvo con ministros del Poder Ejecutivo en la sede de la Gobernación.
El acuerdo se concreta con el compromiso de que los altoparanaenses deberán permanecer en sus hogares después de las 17:00 horas y solo podrán movilizarse en caso de necesidad, de tal forma a evitar la propagación del coronavirus.
“La mayor cantidad de comercios y negocios se van a poder habilitar con algunas excepciones, lo cual nos va a permitir a los altoparanaenses tener la posibilidad de que los compañeros puedan llevar el sustento a sus casas”, detalló González Vaesken.
Sin embargo, algunos colectivos particularmente riesgosos no podrán operar durante las próximas dos semanas, informaron las autoridades. «No incluir en estas dos semanas los servicios de restaurantes, por la rotación de personas y diversidad de contactos, así como los gimnasios», detalló el ministro de Salud, Julio Mazzoleni.
Mazzoleni explicó que en las próximas dos semanas, tiempo que durará la “cuarentena estricta”, el movimiento deberá ceñirse a lo estrictamente comercial. Sobre el punto aclaró que la resolución vigente será modificada y están garantizado el funcionamiento de toda la cadena logística de alimentación, farmacia, importación y transporte de combustible, el flujo de mercaderías por frontera se mantendrán con los protocolos sanitarios, informó IP Paraguay.
Así como las obras civiles, fábricas que estén bajo la modalidad estricta de cuadrillas; actividades financieras y seguros; servicio de recolección de desechos; función pública con funcionamiento mínimo; medios de comunicación. Al igual que la ganadería, pesca, agricultura, agroindustrial, entre otros.
AMILCAR FERREIRA
Es una situación extremadamente compleja dada la alta dependencia que tiene el Alto Paraná y específicamente Ciudad del Este, del comercio con Brasil por un lado; pero por otro también tienen cierta ventaja por el tamaño de la ciudad y que existen otras actividades comerciales, como ser el centro de los agronegocios del país, hay muchas casas de ventas de tractores y maquinarias, agroinsumos y de todo lo que consume el agro -si bien sigue siendo insuficientes para sostener toda la economía de la zona.
Entonces, la solución a la cual se está arribando me parece razonable, en el sentido de permitir la actividad del trabajo específicamente durante el día con controles estrictos en cuanto al uso de tapabocas y todas las medidas sanitarias exigidas por las autoridades.
Creo que el gobierno hace bien en dialogar con las autoridades departamentales y locales. Más que nunca es importante comprender el punto de vista de los pobladores como de las autoridades -que son los que finalmente viven y van a sufrir esta situación- y llegar a un consenso que aparentemente es lo que ha sucedido.
STAN CANOVA
Ciudad del Este va acostumbrándose a no comerciar con Foz de Iguazú (Brasil) tan abiertamente como lo hacía. Ayer estuvo a punto de volver al cierre total -cosa que representaría su tiro de gracia- más aun para aquellas personas jornaleras, que generan en su día a día dentro del muy, pero muy golpeado mercado de CDE.
El COVID-19 ya ha llevado a muchísimas empresas y detrás de ellas, colaboradores que perdieron sus trabajos, quebrándose el flujo de dinero que ya no decantará en la economía local.
Alto Paraná y Ciudad del Este, entiéndase es el segundo polo económico del Paraguay, que hoy ya no es capaz de generar recursos debido al cierre de fronteras; es también una de las principales regiones de concentración de personas. Pero cuenta con una pobre infraestructura hospitalaria. Si la curva sube lastimosamente se deberá cerrar todo, pero debido a dos cosas; primero, el gobierno de Mario Abdo que no ejecutó los fondos disponibles para infraestructura sanitaria y segundo, un relajamiento social.
RUBÉN RAMÍREZ LEZCANO
Hay dos problemas, uno obviamente el problema sanitario que después de una cuarentena tan prolongada, la urgencia de inversión en infraestructura sanitaria, en hospitales, camas de terapia intensiva, equipamientos en general no se ha cumplido. El segundo elemento es que en la frontera con un país que tiene medidas diferentes desde el punto de vista preventivo, que es Brasil. La situación hace que el retroceso sea la única solución -sanitariamente hablando- en este momento para no llegar a una situación sanitaria dramática.
Desde el punto de vista económico, la cuarentena al departamento de Alto Paraná, no solo afectó a la capacidad de producción, de oferta de productos y servicios. También el cierre de fronteras tuvo un doble impacto, teniendo en cuenta que el consumidor de producción de toda la zona fronteriza con Brasil, es el turista -un sector que sufre más que muchos otros- y en segundo lugar las medidas paliativas que se han demorado en resolver esta ecuación.
Entonces creo que la demora en entregar respuestas satisfactorias, hace que haya una fatiga y hasta un mal humor importante, que se manifestó ayer y la tensión social va permanecer por mucho tiempo.
