Alberto Fernández: “Ahora tenemos despejado el horizonte a donde queremos llegar»

Tras más de cuatro meses de negociaciones oficiales, el gobierno argentino y los principales acreedores acercaron por primera vez sus posiciones respecto al tema de la deuda externa regida bajo ley extranjera.

El presidente de Argentina afirmó que el acuerdo alcanzado con acreedores privados para reestructurar parte de la deuda externa valorada en 66.239 millones de dólares despeja el horizonte para el país.

«Resolvimos una deuda imposible en la mayor crisis económica que se recuerde y en medio de una pandemia. En estos siete meses nos dijeron que no entendíamos nada y que estábamos camino al fracaso porque no aceptábamos las ofertas de los acreedores», dijo.

Fernández señaló al portal de noticias «Cenital» que el acuerdo permite a Argentina «ahorrarse 33.000 millones de dólares de la deuda asumida en los próximos 10 años. Ahora tenemos despejado el horizonte a donde queremos llegar».

El mandatario aseguró que «los empresarios tienen hoy un mejor escenario para proyectar sus negocios. Argentina necesita que se comprometan a poner el país de pie».

El gobierno de Argentina confirmó este martes (4) que alcanzó un acuerdo con los tres principales grupos de acreedores privados y otros bonistas minoritarios para reestructurar una parte de la deuda externa valorada en 66.239 millones de dólares.

El Ministerio de Economía dio a conocer en un comunicado que el acuerdo se logró con el Grupo Ad Hoc de Bonistas Argentinos, el Comité de Acreedores de Argentina y el Grupo de Bonistas del Canje, así como con otros tenedores, publicó Xinhua.

El Ejecutivo convino con ellos mejorar algunos aspectos de la oferta de canje, relacionados con las fechas de pago de la deuda y con las cláusulas de acción colectiva.

Los principales puntos de discordancia guardaban relación con el «valor presente neto» de los nuevos bonos a emitir, un indicador relacionado con el valor actual de los pagos futuros.

Argentina ofrece en ese sentido pagar cerca de 53 dólares por cada 100 adeudados, mientras que las exigencias de los acreedores era de 56 dólares por cada 100 de deuda.

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