Carlos María Florentín: “Los préstamos del BNF crecieron 4,6 veces más que el promedio del sistema”

Solamente en cuanto a la línea de créditos COVID-19, se otorgaron unos US$ 170 millones, que representan 6.867 operaciones.

En cuanto a las operaciones garantizadas por el Fogapy, el banco estatal colocó 31% del total de garantías emitidas por la AFD, manifiesta el presidente del Banco Nacional de Fomento.

PLUS: ¿Cómo evalúa el ejercicio 2020, en un año complejo para la economía?

Carlos María Florentín: Sin lugar a dudas, el ejercicio 2020, fue un año muy complejo para el mundo, para Paraguay y para todos. La pandemia nos pegó muy fuerte, los efectos de las medidas sanitarias afectaron fuertemente a la economía en todos los ámbitos, en mayor y menor medida, de acuerdo al segmento y a la actividad. Podemos decir que estamos en plena guerra económica, enfrentando algo que nadie tenía previsto.

El BNF no podía frenar, ni desacelerar, muy por el contrario, como banco del Estado debíamos estar, asumir riesgos y acompañar a los segmentos más vulnerables. Y así lo hicimos. “Las crisis generan oportunidades”, esta premisa fue nuestra bandera. Era el momento de demostrar que somos una opción válida para los clientes, que un banco debe estar en los momentos buenos y también en los no tan buenos.

Nuestros ratios financieros al cierre del 2020, están entre los mejores del sistema: con un crecimiento de la cartera de 38,8% versus el 8,2% del sistema, un ROE de 16,3% vs 15,5%, ROA 1,99% vs 1,59%, mora de 3,14% vs el 2,34% y previsiones según cartera vencida de 149% frente al 153% del sistema.

En cartera de créditos, hemos crecido casi 4,6 veces más que el promedio del sistema. La mora, si bien está por encima del promedio del sistema, debemos considerar que el BNF no vende cartera vencida provisionada, como lo hacen entidades del sistema, por eso consideramos que este ratio no es comparable.

Los ratios, que venimos mejorando año tras año, nos confirman que estamos por el camino correcto y que en pocos años más, estaremos entre los bancos más grandes del sistema.

PLUS: El BNF apostó fuerte a los créditos Fogapy ¿Cómo evalúa la gestión de este producto de emergencia?

Carlos María Florentín: Si bien tuvimos que salir de nuestro plan original para el 2020 con la aparición de la pandemia, tuvimos que rápidamente definir 3 ejes estratégicos claves, con objetivo de apoyar a: mantener el empleo; inyectar liquidez al sistema; mantener y seguir ofreciendo nuestros servicios bajo protocolos del Ministerio de Salud.

Solamente en cuanto a la línea de créditos COVID-19, se otorgaron US$ 170 millones aproximadamente, que representan 6.867 operaciones. En cuanto a las operaciones garantizadas por el Fogapy, el BNF colocó 31% del total de garantías emitidas por la AFD.

Hemos suspendido el cobro de 8 cuotas de préstamos y bajado a pago mínimo cero, por 8 meses, nuestras tarjetas de créditos. Esto representó unos US$ 160 millones de inyección de liquidez al sistema.

Hemos aportado el 20% de nuestras utilidades de 2019 a la AFD, para un fideicomiso de garantía, y hemos comprado G. 200.000 millones (US$ 28,98 millones) en bonos financieros de la AFD para brindar liquidez y que esta pueda llegar a las pymes vía el sistema financiero.

Para un banco que no se especializaba en pymes, considero fue un gran logro y aporte, aunque sabemos que la necesidad fue y es mayor. El crecimiento y la cantidad de créditos otorgados en un año, fue importante para nosotros. Crecer 38% de cartera de créditos, para un banco es significativo, es un gran logro, pero que no hubiese sido posible si el gobierno, el equipo económico y la AFD, no incentivaban las colocaciones con la garantía de Fogapy.

PLUS: ¿Cuál cree es el sector de la economía con más proyección y que más apoyo necesitará de la banca?

Carlos María Florentín: Sin dudar las pymes, que representan entre el 80% y 85% del empleo en el país. Estas empresas no tienen la espalda de las empresas medianas y grandes, viven el día a día. Y la gran mayoría están conformadas por el grupo familiar, que dependen de la apertura y ventas diarias para vivir.

En mi opinión, habrá un antes y un después de esta pandemia. Todos los actores económicos pensaremos, planificaremos diferente, el ahorro y colchón será una variable clave. Hoy más que nunca valoramos algo que ya sabíamos, pero que muy pocos la practican: crear reservas para contingencias imponderables.

Ahora bien, considero también importante apoyar a sectores que les va bien, o que no se vieron muy afectados, pues son los motores de nuestra economía; y deben seguir generando e invirtiendo, para que, en efecto cascada, toda la cadena de valor sea beneficiada.

PLUS: ¿Qué barreras ha identificado el banco para alcanzar mayor inclusión financiera en Paraguay?

Carlos María Florentín: Paraguay se encuentra entre los países con menor índice de bancarización en América del Sur y ni que decir frente a países desarrollados, hay mucho por crecer en cuanto a la inclusión. Es una tarea más para el sector financiero, pero creo que debemos sentarnos todos los actores, hacer un análisis profundo de las debilidades que más nos afectaron durante esta pandemia. Trabajar sobre soluciones de fondo y por sobre todo, en conjunto.

Por ejemplo, la informalidad. Los formales que no facturan el 100% de sus ventas, cómo hacer para que ingresen y tengan opciones de créditos. El sector informal no tuvo acceso al crédito, debido a que los bancos son instituciones formales y reguladas, no podemos incluirlos como sujetos de crédito, deben formalizarse para ello. 

Seguimos encontrando empresas formales que siguen pagando salarios en efectivo, deberíamos trabajar en leyes que obliguen a disminuir en lo posible el uso de efectivo, a modo de que sea trazable la mayoría de las operaciones de las personas y empresas. Algunas personas siguen comprando inmuebles y vehículos, en efectivo, son operaciones de alto riesgo.

PLUS: ¿Cómo se prepararon para los impactos económicos de la pandemia?

Carlos María Florentín: Seguimos apoyando a las pymes, con las renovaciones y reestructuraciones. También hemos lanzado nuestros productos de largo plazo en dólares y guaraníes, para acompañar al sector productivo, comercial e industrial.

Estas acciones y productos ayudarán a dichos sectores a invertir, a recomponer pasivos de corto plazo, a modo que tengan la tranquilidad para seguir trabajando y generando mano de obra, ellos son los pulmones de nuestra economía

PLUS: ¿Cuál es el punto fuerte del banco, frente a sus competidores?

Carlos María Florentín: Nosotros más que competir, queremos complementar sectores que los bancos comerciales por tema de rentabilidad no llegan.

En esa línea, por ejemplo, estamos en 25 ciudades donde no existe otro banco, solo el BNF. Tenemos más de 50 ATMs, en zonas lejanas, donde muchas veces los costos hacen que no sean rentables, pero nosotros como banco público, no apuntamos a la rentabilidad como primer objetivo, sí necesaria para mantener nuestro patrimonio en forma creciente, y como cobertura de riesgos que estamos asumiendo.

Creamos actualmente una banca social, especializada para atender a los sectores no incluidos hasta ahora en el sistema financiero.

Con la libre competencia, el que gana al final es el cliente. Nosotros queremos ser una opción para los clientes, y esta pandemia sirvió para demostrar que estamos para apoyar, con servicios financieros de calidad y en condiciones competitivas.

PLUS: ¿Cuál es la perspectiva de crecimiento para el ejercicio 2022?

Carlos María Florentín: Apuntamos a un crecimiento importante, entre el 20% y 30%. Creemos que al BNF aún le falta llegar a varios segmentos importantes de nuestra economía, y a eso apuntamos.

Nuestra distribución geográfica, en cuanto a cantidad de sucursales y puestos de atención, más el fortalecimiento de nuestro equipo, el desarrollo e implementación de nuevas tecnologías, respaldan nuestras proyecciones de crecimiento y creemos que será posible.

PLUS: El banco cumplió recientemente 60 años ¿Cuáles serán las claves para seguir creciendo en el mercado financiero paraguayo? 

Carlos María Florentín: Uno de nuestros principales objetivos para el corto y mediano plazo, es cumplir con nuestra misión/visión, apuntando nuevamente al Banco de Fomento y Desarrollo que necesita el país. Crecer en nuestra cartera de créditos, en los segmentos productivos (agrícola/ganadero) pulmón de nuestra economía, industrial, comercial y servicios, y que se conviertan en el core business principal del banco, apoyando con créditos a largo plazo, y en condiciones favorables, alineados a los planes para la reactivación del equipo económico.

El desafío principal es buscar el punto de equilibrio ideal entre los controles y procesos burocráticos que tienen las empresas públicas, donde encuadran al BNF, y la eficiencia que necesita un banco para competir dentro de un sistema financiero altamente competitivo.

Cuando se trata de servicios, rapidez, tecnología, infraestructura, personal, nos comparan con bancos de primera línea, con bancos eficientes y rápidos para tomar decisiones, sin procesos burocráticos. Pero cuando el BNF necesita comprar, invertir, contratar, nos encuadran dentro de las reglas de un Ministerio. Los procesos de compras, pueden durar entre 6 meses y 1 año, mientras que un banco competitivo lo soluciona en 3 semanas.

Es importante que el BNF, tenga mayor autonomía, controlada, que apunte a la eficiencia. Con las reglas actuales es muy difícil, en especial para estar a la altura de los bancos comerciales. Hoy estamos corriendo una carrera, con una sola pierna, y los demás bancos, con dos.

PERFIL – CARLOS MARÍA FLORENTÍN

Por decreto N° 2565 de la presidencia de la República del Paraguay de fecha 25 de septiembre de 2019 fue nombrado presidente del directorio del Banco Nacional de Fomento (BNF).

Cuenta con 26 años de experiencia en el sector bancario. Licenciado en contabilidad por la Universidad Católica de Asunción (UCA). Tiene una maestría en finanzas por la Universidad Americana de Asunción. Durante varios años ocupó distintos cargos en Bancop SA, se desempeñó como director financiero, CFO, gerente general interino y representante alterno en la Asociación de Bancos del Paraguay.

Integrante del equipo técnico que trabajó en el proyecto de creación de Bancop SA. Fue además gerente de planificación financiera de Banco Regional. Fue contador general del ABN Amro Bank Paraguay y del Banco Regional. Además, ocupó el cargo de coordinador de la comisión contable e impositiva de la Asoban.

CONOZCA MÁS

Antes de la creación del Banco Nacional de Fomento (BNF), operaba como banca estatal el Banco del Paraguay, que había iniciado sus operaciones en el año 1944 (Decreto-Ley N° 5130 del 8 de setiembre de ese año).

El 27 de noviembre de 1959, el Gobierno Nacional, por medio del Consejo Nacional de Coordinación Económica, dispuso la realización de un profundo estudio, pormenorizado y exhaustivo, de la situación del Banco del Paraguay, con el propósito de dotarle de una estructura más acorde con la función que le correspondía desempeñar en el proceso del desarrollo económico del país.

Para el fin señalado, fueron contratados a mediados de 1960, los servicios del Stanford Research Institute of California. Las conclusiones emergentes del informe presentado por dicha firma, aconsejaban la creación de un nuevo Banco, en sustitución del Banco del Paraguay.

Por Decreto-Ley N° 281 del 14 de marzo de 1961, el Poder Ejecutivo crea el Banco Nacional de Fomento (BNF), sustituyendo al Banco del Paraguay. La Honorable Cámara de Representantes de la Nación Paraguaya, por Ley N° 751 del 11 de setiembre de 1961, aprueba con modificaciones el Decreto-Ley Nº 281 del 14 de marzo de 1961.

Por Decreto-Ley N° 19.158 de fecha 15 de noviembre de 1961, se autoriza al Banco Nacional de Fomento a iniciar sus operaciones el día lunes 20 de noviembre del mismo año. El Estado Paraguayo contrató un empréstito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de US$ 3.000.000, equivalentes en ese entonces a G. 1.000 millones, los cuales fueron utilizados como capital operativo del nuevo Banco Nacional de Fomento.

El BNF, propiedad del Estado Paraguayo, tenía por objeto principal el desarrollo intensivo de la economía, para cuyo efecto debía promover y financiar programas generales y proyectos específicos de fomento de la agricultura, la ganadería, la silvicultura, la industria y el comercio de materias y productos originarios del país.

De conformidad con su primera carta orgánica, el banco se dividía en tres áreas de negocios: un departamento agropecuario, un departamento comercial y de ahorro y un departamento de desarrollo. Cada una de ellas tenía su propia dotación de capital, de tal modo que parecían constituir tres fondos diferentes. No obstante, estaban respaldadas por la misma infraestructura administrativa y operativa.

Desde sus primeros años, el Banco Nacional de Fomento dio especial énfasis al financiamiento de proyectos de los sectores agropecuario e industrial. Mediante la acción del banco, se dio un gran impulso a la ampliación del parque de maquinarias e implementos agrícolas del país, posibilitando significativos incrementos en la producción y en la productividad.

El BNF se constituyó en una de las instituciones del Estado de mayor relevancia en la vida económica nacional, una de las principales fuerzas impulsoras del desarrollo, dentro del contexto general de la economía del país. Desde sus comienzos, desempeñó un rol de promoción agrícola, otorgando préstamos a las tasas más bajas del mercado, a agroindustrias, acopiadores, empresarios, agricultores.

Durante sus primeros años (decenio de 1960), el Banco Nacional de Fomento fue la única fuente de crédito con más de un año de plazo y con tasas de 8% a 10% anual, beneficiando fundamentalmente a agroindustrias, cooperativas de productores agrícolas, agricultura empresarial y agricultores medianos.

Casa matriz: Independencia Nacional, Asunción

Teléfono: (021) 413-9000

www.bnf.gov.py

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