El gran legado de Artemio Bracho

Mañana 30 de julio se celebra el Día Internacional de la Amistad impulsado por el carismático doctor Bracho.

Dejó un enorme aporte para todo el Paraguay y su familia, buscando enaltecer una fecha que consideraba sumamente especial, asegura su nieta Silvia Bracho.

El querido doctor Bracho es considerado una persona inolvidable, para todo aquel que tuvo el placer de conocerlo, “Era muy carismático y con un corazón gigante que amaba al ser humano por lo que dedicó toda su vida a enaltecer un día tan noble como el día de la amistad”, resalta su Silvia Bracho.

En el año 1958 en la ciudad de Puerto Pinasco (Chaco), donde el doctor Ramón Artemio Bracho se desempeñaba como director de la Unidad Sanitaria del Instituto de Previsión Social (IPS), fue invitado a dictar una charla por el día del árbol en una ronda de amigos, ocasión en la que se le ocurrió una idea ¿Cómo un sentimiento tan lindo como la amistad no tiene un día que le rinda homenaje?

Fue entonces que propuso dedicar una fecha especial a la amistad y desde ese año empezó a trabajar incansablemente -a la par de sus actividades laborales y familiares- para que el día 30 de julio sea reconocido como el “Día de la amista” primeramente a nivel nacional y luego internacionalmente.

Como reza la historia, fue un arduo trabajo de 58 años para que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidiera incluir el 30 de julio dentro del calendario de días festivos.

“Nosotros siempre soñamos con que ese reconocimiento, que tomó tantos años de labor, él lo disfrutara en vida y así ocurrió. Y es un gran aporte suyo para enaltecer al país”, asegura su nieta.

El doctor Bracho era una persona apasionada por todo lo que hacía, era diciplinado y responsable, respetuoso y por sobre todo solidario. “Se levantaba muy temprano ya con una energía inigualable para empezar a realizar sus reuniones, gestiones y llamadas a familiares y amigos”, recalca Silvia Bracho.

Así mismo Bracho recuerda que su abuelo, hasta hace unos años atrás todavía iba caminando a su trabajo en el Ministerio de Defensa Nacional donde tenía su consultorio. Era un hombre sumamente activo, tenía reuniones permanentes con sus compañeros de la Cruzada Mundial por la Amistad de la cual era presidente, así también mantenía reuniones en colegios y universidades, como en diferentes organismos nacionales e internacionales.

“A todas las personas u organismos que podía contactar para fortalecer este día tan representativo, lo hacia él mismo redactando sus cartas y documentos a mano o en su máquina de escribir. En los últimos años debimos sumarnos algunas personas a ayudarlo, porque si fuera por él seguiría trabajando solo las 24 horas del día uniendo personas para fortalecer su fecha especial”, comenta emocionada.

HISTORIA

EL doctor Ramón Artemio Bracho, nació en Quiindy, departamento de Paraguarí un 8 de octubre de 1924. En 1952 decidido a formar su propia familia y se casó con la también doctora Nélida Aquino. Don Artemio y Nélida ejercieron la medicina rural en el Chaco durante 15 años, brindando atención médica en Puerto Pinasco y Puerto Casado, mismo tiempo en que ejerció la dirección de la Unidad Sanitaria del Instituto de Previsión Social (IPS).

El Dr. Bracho, fue el ideólogo de la Cruzada Mundial de la Amistad en 1958, en una ronda de amigos en Puerto Pinasco, Chaco paraguayo inspirada en el día del árbol, que se recuerda cada 19 de junio.

En el año 2005, fue nominado al Premio Nobel de la Paz por parte del Dr. José Luis Medina Monzón, duque de la Casa Imperial Azteca y su amigo personal. Fue el 3 de mayo de 2011, cuando la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), le cumplió el sueño y estableció el 30 de julio como fecha para celebrar el Día Internacional de la Amistad con la idea de que la amistad entre los pueblos, los países, las culturas y las personas puede inspirar iniciativas de paz y presenta una oportunidad de tender puentes entre las comunidades.

Ramón Artemio Bracho falleció el pasado jueves 22 de junio a sus 96 años de edad, dejando un legado inolvidable e indispensable para todos los paraguayos.

“El doctor Bracho dejó un legado enorme para todo el Paraguay y su familia, pero para nosotros el aporte es doblemente importante, porque debemos honrar su trabajo y esfuerzo, por lo que mañana será un día muy lindo para todos por recordar el día de la amistad, pero a la vez muy triste porque por primera vez no vamos a estar con el recibiendo las 00:00 h como le gustaba, con alguna bandita musical o con un grupo de amigos saludando desde la vereda de su casa a todos los que pasaban”, finaliza Silvia Bracho.

Para mañana se tienen planificadas varias actividades y hoy a las 00:00 h en la cuadra de la casa de don Artemio Bracho se realizará un sendero de velas en su memoria. Así mismo su casa ubicada en Brasil 856 estará habilitada mañana 30 de julio con una exposición de los reconocimientos, medallas y otros objetos del doctor, para que la gente que quiera visitar y conocer el lugar donde residió, pueda hacerlo.

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