Río de Janeiro, 30 sep (EFE).- El Banco Central elevó en 0,1 punto porcentual, hasta el 4,7 %, su proyección para el crecimiento de la economía de Brasil este año y auguró que el producto interior bruto (PIB) aumentará 2,1 % en 2022, por la positiva evolución del país y las favorables perspectivas esperadas, informó este jueves el emisor.
Las proyecciones del Banco Central para el crecimiento de la economía del país en 2021 se mantuvieron prácticamente estables frente a su estimativa anterior (4,6 %).
No obstante, el crecimiento del PIB calculado por el emisor para 2022 en el Informe Trimestral de Inflación que divulgó este jueves sorprendió, ya que las estimativas del mercado son menores.
De acuerdo con el último boletín Focus del Banco Central, que semanalmente recoge las previsiones del mercado, el crecimiento de la economía brasileña para el próximo año será de 1,57 %, debido a factores como la crisis energética, el alta del dólar, las cada vez más elevadas tasas de interés y las elecciones presidenciales.
Para el emisor, en cambio, la economía brasileña continuará reactivándose con la reducción de la pandemia y gracias a que las perspectivas son positivas para el agronegocio y la industria extractiva, que ayudarán a generar confianza en el país y a aumentar el mercado de trabajo.
Sin embargo, a corto plazo, «los choques de oferta» afectarán la actividad y el consumo, pese a la retomada que seguirá viéndose con la reducción de la pandemia.
Según el Banco Central, tres «riesgos relevantes» siguen presentes: la crisis del agua «sobre todo si son necesarias restricciones al consumo eléctrico»; la evolución de la pandemia y las acciones que empeoran las expectativas sobre la trayectoria fiscal.
El crecimiento previsto para este año permitirá al país recuperarse luego de que su economía cayera en 2020 un 4,1 %, el peor resultado anual desde 1996, afectada por la crisis económica provocada por la pandemia.
El emisor también prevé que la inflación de la potencia suramericana en 2021 llegue al 8,3 %, bastante arriba del 5,8 % que había proyectado en junio y muy por encima de la meta que se impuso para este año, que es de 3,75 %, con un intervalo de tolerancia de 1,5 porcentuales, es decir que puede variar entre 2,25 % y 5,25 %.
La inflación alcanzó el 0,87 % en agosto y ya se aproxima a los dos dígitos (9,68 %) en el acumulado en los últimos 12 meses, impulsada principalmente por los precios del transporte y específicamente por los de los combustibles.
Las altas presiones inflacionarias han obligado al Comité de Política Monetaria del Banco Central a cerrar el ciclo monetario expansivo y a elevar los tipos oficiales de interés, ahora en el 6,25 % anual.
La semana pasada, el Banco Central de Brasil decidió seguir elevando la tasa básica de intereses en un punto porcentual por reunión este año y aumentar el período en que mantendrá esta política para cumplir las metas de inflación de 2022 y 2023. EFE
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