Rompiendo mitos: locales comerciales vivitos y coleando

Crédito columna: Alejandro Kladniew, socio gerente de Paraguay Development SRL.

Hace pocos días atrás se conoció una encuesta de Uruguay en que el 82% de la población prefiriere comprar en locales que de forma virtual. Demás está decir que, si uno analiza cualquier guarismo en conectividad digital de la región, es Uruguay uno de los países que mejor está posicionado.

Paraguay no representa ninguna excepción en que la población consume muchas noticias del ámbito de los negocios y las empresas que provienen de situaciones que se gestan en economías y culturas que poco tienen que ver con la nuestra; generalmente del primer mundo y que muchas veces se transmiten y las consumimos como si pasaran en nuestra realidad.

Hay infinitos ejemplos que podemos exponer y vamos a llegar a la conclusión que es imprescindible analizar siempre cualquier tipo de noticia sin perder la perspectiva propia.

Los últimos años, me refiero incluso años previos a la pandemia, nos atacaron diariamente respecto al poder del home office y al de la venta online desde las economías más desarrolladas. Prácticamente en ambos casos se auguraba el comienzo de una era y el fin de otra. Ahora que posiblemente estemos atravesando, esperamos, los últimos tiempos de pandemia; podemos ver claramente que estas tendencias evidentemente crecen, no implican, por lo menos hasta ahora, un cambio de 180 grados ni en el trabajo, ni en el consumo.

También entendamos que falta una acomodación de la oferta y la demanda en el mercado de alquileres comerciales en las economías más poderosas, porque los locales comerciales en locaciones privilegiadas se arrendaban a valores exorbitantes, llegó un momento que eran totalmente imposibles de pagar.

A mi juicio se viene una nueva era con valores a precios más razonables que posibilitará en el futuro mediato que muchos locales vuelvan a ser alquilados en esas locaciones donde básicamente transita mucha gente.

Retornando a nuestra realidad regional, es imprescindible que no dejemos de considerar que en las últimas décadas la economía también incluye en su estudio y análisis, las conductas psicológicas, las tradiciones y culturas locales, que a veces las pasamos por alto.

Un ejemplo muy interesante es el que ocurre en Argentina con franquicias gastronómicas norteamericanas que han fracasado varias veces después que intentaron, sin éxito, instalarse en ese país porque buscan competir con sabores locales y no encuentran mercado para desarrollarse, aun a mejores precios. En el rubro de las pizzas se han retirado, ya después de un par de intentos, cadenas tales como Pizza Hut y Domino’s, por ejemplo.

Es decir, aquellos que nos dijeron que el presente, no ya el futuro, era solo de la venta online y que los locales comerciales iban a tender casi a desaparecer, una vez más distorsionaron, por lo menos en parte, la realidad. Una tendencia, un nuevo habito es sumamente importante de destacar y de considerar, pero para llamar a eso un cambio o una transformación, requiere que se establezca definitivamente a través del tiempo y en términos cuantitativos superiores.

Así como ya la mayoría de los especialistas ahora reconocen que va a ver una convivencia entre el trabajo presencial y el home office, debemos decir que habrá una convivencia entre la compra digital y la compra presencial.  Y así como no ha muerto el edificio corporativo, tampoco lo ha hecho el local comercial.

Recién pasada la pandemia y con un mundo verdaderamente normal, podremos medir, después de un tiempo y cierta exactitud, la profundidad de las nuevas tendencias y ver si estas se transforman a largo plazo en mayoritarias o simplemente se sumarán como un nuevo canal de ventas que convivirá con la modalidad tradicional de la llamada venta al público.

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