Río de Janeiro, 5 may (EFE).- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, renovó este jueves sus críticas a la estatal Petrobras y a su política de precios, tras conocer las ganancias de la compañía en el primer trimestre del año, un récord nunca antes visto para el período, y algo que el mandatario calificó de «crimen inadmisible».
La petrolera, controlada por el Estado pero que cotiza en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York y Madrid, obtuvo ganancias por 44.561 millones de reales (unos 9.094 millones de dólares) en el primer trimestre del año, según el balance divulgado este jueves por la compañía.
Notablemente exaltado y llegando incluso a los gritos, Bolsonaro se fue «lanza en ristre» por más de media hora contra Petrobras, durante la transmisión en vivo que realiza semanalmente por las redes sociales.
«Está descartada una intervención en Petrobras, pero no puedo entender, en un momento de crisis, que Petrobras obtenga grandes ganancias», aseguró indignado.
«Las ganancias de Petrobras son mayores con la crisis, eso es un crimen inadmisible», dijo.
Desde el año pasado, Bolsonaro viene criticando negativamente a la petrolera por la continua alza en los precios de los combustibles, una reprobación que se ha intensificado este año por la proximidad de las elecciones presidenciales, que se realizarán en octubre próximo y en las que el líder ultraderechista aspira a ser reelegido.
Los elevados precios de los combustibles han presionado la inflación, que se sitúa en el 11,30 % anual y, que según han admitido fuentes oficiales, es vista como un obstáculo en el camino de Bolsonaro para los comicios.
Los sondeos electorales señalan como gran favorito al exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010 y que con una intención de voto cercana al 45 %, lleva una amplia ventaja sobre el líder ultraderechista quien apenas alcanza un 30 %.
Petrobras, que es una empresa mixta controlada por el Estado, aprobó desde hace varios años una política por la que define los precios de los combustibles en Brasil a partir de la cotización internacional del crudo.
Los altos precios de los combustibles llevaron a Bolsonaro a pedir la cabeza de los dos últimos presidentes de la compañía. EFE
