Salgamos a vender Asunción

Crédito columna: Alejandro Kladniew, socio gerente de Paraguay Development SRL.

Hace unos años atrás, me sorprendí cuando vi varios carteles en la vía pública de la ciudad de Asunción incentivando el turismo en Buenos Aires, carteles claramente pagados por el gobierno de dicha ciudad.

Año tras año, desde hace más de 25 años, también Uruguay suele desarrollar importantes acciones publicitarias regionales tanto en vía pública como en otros medios masivos, promocionando las bondades del país tratando de atraer turistas a sus diferentes y atractivos destinos.

Claramente este tipo de acciones representa la presencia del Estado en el desarrollo de las economías, ya sea de ciudades o de países, intentado crear el círculo virtuoso de inversión pública e inversión privada.

Podríamos decir que, aproximadamente en la última década, Asunción comenzó a incorporar nuevos atributos como ciudad, casi todos ellos a través del desarrollo privado.

En particular me refiero a una ampliación geométrica en calidad y cantidad de restaurantes y hoteles, nuevos paseos de compras y shoppings con marcas afamadas a nivel mundial, las cuales muchas no están en países limítrofes, multiplicidad de entretenimientos; particularmente conciertos, salas de cine de primer nivel y modernos juegos para niños en centros comerciales.

Tal es así que muchas personas, parejas y familias suelen venir desde el exterior a Asunción los fines de semana largos en sus países, en particular turistas de Argentina que viven en Chaco, Corrientes y Formosa, quienes en un par de horas de auto llegan a nuestra capital desde sus hogares y también los hay aquellos que vienen de Brasil.

Sin embargo, para cientos de miles de hermanos de países vecinos que no vienen a Asunción desde hace mucho tiempo o que nunca vinieron, por lo general, tienen una opinión que la ciudad tiene poco o nada de atractivo para ofrecerles.

Si tomamos los casos de ciudades populosas como Montevideo, Buenos Aires o San Pablo, que cuentan con cientos de miles de personas en condiciones socioeconómicas de hacer un viaje de un par de días, y dado que contamos con una buena conexión aérea entre dichas ciudades con el Paraguay ¿no sería razonable encarar entre el municipio y el sector privado de hotelería, comercio, entretenimiento y gastronomía de la ciudad, acciones publicitarias que permitan elevar los niveles de turistas que nos visitan y el enorme aporte que los mismos podrían hacer en términos de divisas?

Ustedes se preguntarán ¿por qué no incluyo en esta nota otros aspectos atractivos que pudieran tener los turistas respecto a nuestra ciudad capital? Al respecto no me cabe duda que, en las últimas gestiones en el Ministerio de Turismo han hecho enormes esfuerzos por intentar mejorar lo posible en lo referente al turismo receptivo; y no cabe duda que Asunción tiene una interesante y rica historia y tradiciones para mostrar, admirar y transmitir.

En mi modesta opinión -ya que no soy un experto en el rubro turístico- creo que todavía no hay una red de servicios desarrollados para atender en forma atractiva y adecuada a los turistas que pudieran tener ese tipo de interés e inclinación. 

A mi juicio, es una tarea (por lo menos a mediano plazo) que deberían realizar en forma estratégica, municipio, Estado y privados con el asesoramiento de expertos internacionales en el tema de reconocido éxito.

A modo solo de un mero ejemplo que ilustra lo que intento decir, ni siquiera en nuestro aeropuerto hay un stand importante, atractivo, equipado y estratégicamente ubicado de recepción al pasajero extranjero. Lo mismo pasa con la falta de cartelería en sitios de referencia histórica y tantísimas otras carencias básicas para atraer al turismo de nivel internacional.

Por eso, mirando al corto plazo y con resultados que se pueden ver en forma medianamente rápida, me inclino por vender lo que si está y funciona muy bien.

Tenemos un muy buen producto, Asunción; nos falta saber cómo, cuándo y dónde difundirlo.

 

 

 

 

 

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