Lagarde irá «tan lejos como sea necesario» para controlar la inflación

Sintra (Portugal), 28 jun (EFE).- La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha admitido este martes que la inflación continuará elevada «algún tiempo» en la eurozona y ha asegurado que la institución irá «tan lejos como sea necesario» para estabilizarla.

La inflación, sus riesgos y las políticas del BCE para afrontarla han centrado buena parte del discurso inaugural que Lagarde ha ofrecido este martes en el foro que el banco central celebra esta semana en Sintra (Portugal).

La eurozona afronta una «indeseablemente» elevada inflación derivada, principalmente, de factores externos como las disrupciones en las cadenas de suministro y los efectos de la guerra en Ucrania, ha explicado, así como a una recuperación de la demanda por la reapertura económica tras la pandemia.

Estos elevados precios ya presionan a las economías domésticas, de manera que cuatro de cada cinco componentes de la cesta de consumo se encarecieron por encima del 2 % anual de acuerdo a los datos de abril.

La persistencia de esta presión, ha añadido, dependerá de varios factores, entre los que ha citado la evolución del sector servicios o la previsible subida de los salarios, que, según sus cálculos, repuntarán un 4 % este año y el próximo, y un 3,7 % en 2024.

A esto se une que se podrían prolongar los problemas en las cadenas de suministro y el hecho de que «no hay final a la vista» para la guerra en Ucrania, que podría derivar en cortes de suministro energético que elevaran los precios.

EL BCE MANTIENE QUE LA EUROZONA CRECERÁ

Lagarde ha señalado que los efectos de la inflación sobre la economía europea ya ha llevado a una rebaja de las previsiones económicas, porque los mayores precios afectan a la capacidad de compra de los hogares y de inversión de las empresas.

En caso de que la inflación se mantenga, ha añadido, la pérdida en la capacidad de compra erosionará el efecto de los ahorros y pondrá a prueba la resiliencia del mercado laboral, pero a pesar de ello el BCE todavía prevé «tasas de crecimiento» en la eurozona gracias a la capacidad interna de amortiguar ese impacto.

En cualquier caso, Lagarde ha instado a los legisladores a «hacer su parte» para reducir los riesgos económicos, con una combinación de apoyo concreto y temporal y, en el medio plazo, el seguimiento de las reglas para asegurar la sostenibilidad de la deuda y la estabilidad macroeconómica.

LA INFLACIÓN SUPONE «UN RETO» PARA LA POLÍTICA MONETARIA

La elevada inflación supone «un reto» para la política monetaria del BCE que, ha reiterado, subirá los tipos de interés de un cuarto de punto en julio y, «si las perspectivas de inflación a medio plazo persisten o se deterioran, un aumento mayor será apropiado en la reunión de septiembre».

«Si las perspectivas de inflación no mejoran, tendremos suficiente información para mover más rápidamente. Este compromiso depende, sin embargo, de los datos», insistió Lagarde.

«Este acercamiento condicional en el ritmo del ajuste de los tipos de interés no debería ser confundido con un retraso en la normalización», añadió la presidenta del BCE.

Lagarde ha señalado que el nuevo instrumento antifragmentación debe ser «efectivo», «proporcionado» y contener «suficientes salvaguardas» para que los países de la zona del euro tengan una política presupuestaria sana.

«Las medidas para preservar la transmisión (de la política monetaria) podrían ser usadas a cualquier nivel de los tipos de interés», ha añadido, pero no deben interferir en las decisiones de política monetaria.

Anteriormente, cuando la inflación era muy baja, el BCE vinculaba las compras de deuda con su orientación sobre los movimientos de los tipos de interés y decía que comenzaría a subir las tasas de interés después de concluir las compras de bonos.

Ahora que la inflación es elevada, el BCE trata de separar sus herramientas de política monetaria, según Lagarde.

«Preservar la transmisión de la política monetaria en la zona del euro permitirá que las tasas de interés suban tanto como sea necesario», ha apostillado la presidenta del BCE.

En este sentido, ha añadido Lagarde, no hay compensación entre lanzar esta nueva herramienta y adoptar la política monetaria necesaria para estabilizar el objetivo de inflación, de hecho, una herramienta habilita la otra. EFE

 

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