Los líderes de la UE verán si hay consenso para limitar el precio del gas

Bruselas, 19 oct (EFE). – Los líderes de la Unión Europea evaluarán mañana, jueves, y el viernes la posibilidad de imponer un tope al precio del gas que abarate la factura eléctrica, disparada como consecuencia de la agresión de Rusia en Ucrania, aunque la iniciativa todavía divide a las capitales.

Además, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro de Portugal, António Costa, se reunirán antes de la cumbre con el presidente francés, Emmanuel Macron, para tratar de salvar las reticencias de París a la construcción del gasoducto Midcat que conecte la península ibérica con el resto del continente.

Este encuentro a tres bandas tendrá lugar horas antes de la cumbre a Veintisiete para tratar la reciente batería de propuestas energéticas de Bruselas, entre ellas el tope «dinámico» al gas, las compras conjuntas para el próximo invierno o un mecanismo paneuropeo de solidaridad para emergencias.

«Algunos apoyan una parte del paquete y otra no, otros echan de menos una propuesta sobre (ampliar) el modelo ibérico, otros dicen que el tope al gas va muy lento, otros dicen que va demasiado lejos…», reconoce un alto funcionario europeo.

El objetivo del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, es conseguir que los líderes salven estas divergencias y acuerden una serie de líneas de actuación en las que seguirán trabajando sus ministros de Energía en las próximas semanas, con la primera cita el martes 25 de octubre.

«Confío en que, a pesar de las diferentes limitaciones nacionales, enfoquemos constructivamente nuestro debate energético, conscientes de nuestro urgente interés colectivo», ha expuesto Michel en su carta de invitación a los jefes de Estado y de Gobierno.

Los líderes afrontan, por primera vez, el debate con una propuesta concreta del Ejecutivo comunitario para poner un límite al precio del gas, una intervención que defiende un amplio grupo de países como España, Italia, Francia; pero rechazan otros como Alemania o Países Bajos.

En concreto, Bruselas aboga por que un tope flexible y temporal que ponga un techo en el principal índice de referencia para el hidrocarburo (el TTF) en episodios de precios disparados hasta que el bloque ya haya desarrollado un índice alternativo que refleje mejor los precios del gas natural licuado (GNL).

Menos conflicto genera la idea de obligar a los países a comprar de forma conjunta al menos el 15 % del gas para llenar los depósitos de cara al invierno de 2024, aunque esta iniciativa ha sido criticada por el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán.

EXCEPCIÓN IBÉRICA

También abordarán la opción de extender la excepción ibérica a todo el bloque, una medida que Bruselas no incluyó en el nuevo paquete, a pesar de que la jefa del Ejecutivo comunitario admitió que es un mecanismo que «merece la pena» explorar.

Los servicios de la Comisión Europea quieren garantizar que este E no conduce a un aumento del consumo de gas y tampoco aumenta las exportaciones de electricidad barata a socios conectados a la red del continente como Reino Unido, Suiza o los Balcanes.

El debate energético se entremezclará con la respuesta económica de la UE al contexto actual y, principalmente, con las formas de financiar actuaciones para aliviar las facturas de las industrias nacionales.

En este punto ha surgido la posibilidad de poner en marcha un fondo alimentado por nuevas emisiones de deuda conjunta, aunque la idea choca de nuevo con la postura de Alemania o Países Bajos, partidarios de utilizar los créditos todavía disponibles del fondo de recuperación.

RELACIONES EXTERIORES

Los jefes de Estado y de Gobierno volverán a mostrar su apoyo a Ucrania, tanto militar como financiero, y exigirán que Rusia de marcha atrás en su anexión de Crimea y de las regiones de Zaporiyia, Donetsk, Lugansk y Jersón, en una reunión en la que el presidente Volodímir Zelensky volverá a conectarse por videoconferencia.

Coincidiendo con la celebración en Pekín del XX Congreso del Partido Comunista, los líderes europeos discutirán también sobre China, a quien Bruselas ve como un «competidor aun más fuerte» frente al que la UE tiene que reducir su dependencia en el suministro de materias primas o semiconductores.

No obstante, los jefes de Estado y de Gobierno no aprobarán conclusiones tras la discusión, en la que sí hay consenso entre los Veintisiete en que la relación con China se ha vuelto más «compleja» en los últimos años, sobre todo tras la guerra en Ucrania, pero no hasta qué punto conviene distanciarse del gigante asiático.

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