Asunción, 26 oct (EFE). – Un concejal municipal pidió este miércoles que la alcaldía de Asunción retire el permiso para que el abatido líder del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), Osvaldo Villalba, permanezca en el Cementerio de la Recoleta, adonde fue llevado después de que su féretro ingresara a una cárcel donde permanece su hermana Carmen Villalba, considerada una de las fundadoras de esa guerrilla.
«Solicité que la Municipalidad de Asunción retire inmediatamente el permiso para enterrar al criminal de Osvaldo Villalba en la Recoleta», escribió el concejal Álvaro Matías Grau en su cuenta de Twitter.
El integrante del ente municipal consideró una «obligación retirar a este tipo de terroristas, en honor a cada uno de los policías, militares y civiles que fueron víctimas de este grupo terrorista».
Consultado al respecto, el alcalde capitalino, Óscar Rodríguez, confirmó a la Radio Ñandutí que el cuerpo de Villalba permanece en un panteón privado propiedad de Daisy Irala, abogada de Carmen Villalba.
«Una pena realmente, porque el cementerio de la Recoleta es un icono en donde yacen los cuerpos de grandes héroes de nuestra patria», se quejó el intendente, quien admitió estar de «manos atadas» ya que se trata de un espacio privado.
«Lo máximo que puedo hacer -agregó- es pedir a la propietaria del panteón que lo retiren de ese lugar».
En el camposanto reposan los restos de expresidentes del país como Emilio Aceval (1898 – 1902) e Higinio Morínigo (1940 – 1948), así como Herminio Giménez, considerado uno de los pilares de la música local, o la primera abogada y feminista del Paraguay, Serafina Dávalos.
Además, el alcalde anunció que pidió a funcionarios del cementerio que ponga sus cargos a disposición, después de que permitieran que el ataúd del jefe guerrillero fuese sacado de ese sitio para trasladarlo a la cárcel de mujeres.
«Se dejaron presionar», afirmó Rodríguez, quien relató que la directora del Buen Pastor llegó al cementerio con policías y militares exigiendo «retirar el féretro por temor a un amotinamiento», que, aseguró, sería «encabezado» por Carmen Villalba.
El ingreso del féretro generó malestar entre distintos sectores, en particular los familiares de los secuestrados por el EPP, y llevó al presidente del país, Mario Abdo Benítez, a destituir a la directora del penal de mujeres, Marian Vázquez, y a su ministro de Justicia, Édgar Taboada, quien horas atrás había jurado al cargo. EFE
