Asunción, 13 dic (EFE).- Autoridades y gremios de la producción en Paraguay tacharon este martes de «imposición» un acuerdo político provisional alcanzado en el seno de la Unión Europea (UE) sobre una norma que prohibirá a sus países miembros importar productos como el cacao, el café o la soja que procedan de áreas deforestadas.
«Nosotros no podemos seguir permitiendo que nos impongan, pero son restricciones que, si queremos venderles a ellos, seguramente vamos a tener que ver algunas estrategias comerciales», declaró el ministro paraguayo de Agricultura, Santiago Bertoni, a la radio ABC Cardinal.
El jefe de la cartera de Agricultura aseveró que desde el año 2005 está prohibida por ley la deforestación en el área oriental del país, donde, estimó, se produce más del 99 % de la soja local.
En todo caso, indicó que Paraguay está evaluando mecanismos para certificar que su producción agrícola proviene de zonas donde está prohibida la deforestación.
Sobre el mercado europeo, Bertoni afirmó que era importante para la soja nacional hasta 2017, pero aclaró que actualmente Argentina es el principal comprador de productos agrícolas paraguayos, así como Rusia y otros países.
Consultado al respeto por EFE, elpresidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo, consideró que la medida de la UE «tiene más pinta de imposición que de un trabajo de negociación» entre países que integran el bloque.
«No se puede internacionalizar una ley interna de la Unión Europea aplicada a otros países sin armonizar con la Constitución y las leyes de esos países», agregó Cristaldo, para quien la forma como están operando «es muy prepotente».
El acuerdo alcanzado el pasado 6 de diciembre por el Consejo Europeo (los países de la Unión Europea) y el Parlamento Europeo busca que siete productos «clave» y sus derivados colocados en ese mercado ya no contribuyan a la deforestación y a la degradación forestal en la UE y en otras partes del mundo.
Esos productos son el aceite de palma, ganado, soja, café, cacao, madera y caucho, así como productos derivados, como la carne de res, los muebles o chocolate. EFE
