Ni miedo ni vergüenza, comuniquemos

Crédito columna: Alexandra Cortese, MSc en comunicación corporativa y reputación. Gerente general y cofundadora de ROW.

“No quiero que parezca un autobombo”, con esta frase suelen iniciar mis consultorías. Esta expresión siempre me pareció llamativa porque si bien hablar de uno mismo es delicado y hasta incómodo, la aversión a hacerlo suele seguir un patrón: mientras más “capa” es la persona menos quiere comunicar lo que hace y sus logros.

Entonces, como buena curiosa del comportamiento humano me puse a investigar ¿por qué las personas exitosas, talentosas y con tanto que contar quieren evitar comunicar sus logros y aprendizajes públicamente?

Capaz es algo que te pasa también a vos, que tienes sentimientos encontrados porque estás haciendo cosas geniales, pero sentís que si las contás estás pecando de arrogante.

Sin embargo, comunicar logros, aprendizajes, procesos propios, no es sinónimo de autobombo. Es más, al no comunicarlos podemos estar privando a mucha gente de inspiración y de herramientas.

Por ello, en este artículo explico dos fenómenos que según mi experiencia, influyen en este miedo y también algunos consejos de cómo comunicar las cosas geniales que hacemos sin que se sienta forzado.

EL SÍNDROME DEL IMPOSTOR

“No soy lo suficientemente bueno”. Este fenómeno psicológico en su extremo, hace que las personas sientan que nunca se encuentran a la altura de las circunstancias; y aunque no conozco a gente así, muchos experimentamos esta sensación en momentos.

La percepción del “autobombo” puede relacionarse, en parte, a sentir que nuestros logros no son lo suficientemente interesantes para comunicarlos. También existe el síndrome opuesto que sobreestima nuestras capacidades, pero ese es tópico para otro artículo.

NUESTRA CULTURA

“El clavo que sobresale recibe un martillazo”. Podemos decir que vivimos en un país con una cultura conservadora, que valora en general la modestia y esto influye en nuestra comodidad al momento de comunicar (pura observación).

Sin embargo, este no es el caso en ciertas partes de EEUU, por ejemplo, donde comunicar logros y tener una marca personal sólida es visto como una herramienta para crecer profesionalmente y hacer crecer al entorno.

Teniendo esto en cuenta, encontremos el equilibrio entre lo aceptable en nuestra cultura y las buenas prácticas de otras.

HANDS ON… ¿CÓMO COMUNICAMOS?

– Resaltar al equipo: una realidad es que muy pocos logros los alcanzamos solos. Destacar el trabajo en equipo hace que la comunicación sea más amena y tenga un efecto multiplicador.

– Evitemos adjetivos: impresionante, increíble, estupendo. Reservemos los adjetivos para que las demás personas califiquen lo que hacemos. Al hablar de lo que hacemos, limitémonos a comunicar los logros como experiencias, aprendizajes y herramientas.

– Enfoquémonos en el aporte al resto: al comunicar nuestros logros pensemos: ¿Cómo lo que voy a decir puede servir a las personas a quienes hablo? ¿En qué aspectos de su vida puedo aportar? ¿Qué puedo enseñar? Estas preguntas nos van a ayudar a moldear nuestros mensajes para que tengan un sentido más allá de hablar de nosotros mismos.

“El mundo te respetará no por tus logros, sino por tu capacidad de inspirar a los demás”.

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