Kristalina Georgieva, dispuesta a cambios en el FMI y a hacer las cosas «mejor»

Múnich (Alemania), 17 feb (EFE). – La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, mostró este viernes la disposición de la institución multilateral al cambio ante las peticiones de una mejor asistencia a los países en desarrollo, y a hacer las cosas «mejor».

«Es muy importante escuchar a aquellos a los que servimos en un momento de cambio rápido», dijo Georgieva en una reunión dentro de la Conferencia de Seguridad de Múnich, que este viernes comienza en esta ciudad del sur de Alemania, en relación al impacto que fenómenos como la pandemia o la guerra en Ucrania tienen en la cooperación con los países más necesitados.

«Hemos aprendido en los últimos dos años de la covid, de la guerra, de los desastres climáticos en todos los continentes en un solo año (…) que estamos en un mundo más propenso a los choques. Al mismo tiempo estamos en un mundo más fragmentado. Cuanto más necesitamos trabajar juntos más difícil es», dijo la máxima responsable del FMI.

«En el FMI reconocemos que nuestra responsabilidad hoy es pensar lo impensable, cuál será el próximo ‘schok’ que podrá golpear pero también pensar en los impactos desbordados, las consecuencias inesperadas y tratar de informar a los que deciden de cuáles pueden ser esas consecuencias», agregó Georgieva.

Admitió que «en el momento en que la asistencia al desarrollo puede disminuir por las presiones internas en las economías avanzadas tenemos que trabajar más para ser una fuerza para el bien de nuestros miembros. Tenemos que inventar cosas que no existían» dijo en relación al trabajo del FMI.

«Estoy de acuerdo en que siempre debemos aspirar a cambiar, pero también tengo que decir muy claramente que, tal como somos que tenemos que reconocer que lo podemos hacer de otra manera y mejor», afirmó.

Georgieva explicó que en los últimos años el mundo ha asistido a un cambio de las tendencias a la baja de los índices que miden la pobreza y el hambre. «Por primera vez en los últimos treinta años estas tendencias están yendo en la dirección equivocada», admitió.

Además, se refirió a la «desaparición del dividendo de la paz desde el final de la Guerra Fría. ¿Por qué la guerra rusa es un fenómeno global? Porque le dijo a todo el mundo: no puedes creer que la paz está garantizada».

Y explicó que la consecuencia de este fenómeno es «un incremento del gasto militar y de defensa, por razones comprensibles, pero retira dinero que de otro modo habría ido a infraestructuras, educación, a nivel nacional o en la cooperación al desarrollo».

«Especialmente la combinación de la covid y la guerra ha hecho que todo el mundo reconsidere las cadenas globales de suministro y desde un concepto que se basaba en el menor coste ahora vamos también hacia la seguridad del suministro, por si acaso», agregó.

«Hemos calculado en el FMI las consecuencias de hacer esto bien o de hacerlo mal. Si lo hacemos bien, si diversificamos, con sentido económico, todavía costaría al mundo un 0,2 % del PIB global. Solo porque tenemos que hacer algo más de lo que hacíamos. Pero si lo hacemos mal al mundo le costaría el 7 % del PIB global. Eso significaría borrar a Alemania y Japón de la economía mundial (…) por eso es obvio que tenemos que hacerlo bien», dijo Georgieva.

Por último, la máxima responsable del FMI aludió a que es necesario evitar que mientras «hay inversiones en la transición verde a gran escala en Europa y en Estados Unidos» no haya al mismo tiempo «una línea de transmisión para que esta innovación vaya a los países en desarrollo». EFE

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