La Misión de Observación Electoral de la OEA velan por la transparencia en una reñida votación en Paraguay

Asunción, 26 abr (EFE). – La presencia de observadores internacionales en las elecciones presidenciales del próximo domingo en Paraguay servirá de garantía de la transparencia y la limpieza de un proceso en el que se anticipa una final reñida, ya que no se vislumbra un claro favorito en la intención de voto.

Los octavos comicios generales que este país celebrará desde el fin de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954- 1989) contarán con el acompañamiento, entre otras, de misiones de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Unión Europea.

En esta elección, la disputa por la Presidencia la encabezan el exministro Santiago Peña, por el gobernante Partido Colorado, y el liberal Efraín Alegre, de la alianza opositora Concertación Nacional.

TRES DÉCADAS DE ACOMPAÑAMIENTO

Precisamente la OEA ha desplegado Misiones de Observación Electoral (MOE) en Paraguay desde 1991.

Consultado por EFE, el jefe de la MOE destinada por el organismo con sede en Washington, el exembajador estadounidense Luis Lauredo, señala, vía correo electrónico, que estas misiones tienen entre sus objetivos observar el desarrollo de los comicios «en pos de la transparencia y de un proceso justo».

«El despliegue de una misión de la OEA en un proceso electoral -precisa- es una muestra de la apertura de los países que la reciben al escrutinio internacional, y del compromiso de la Organización con las democracias de la región».

Los observadores elaboran «recomendaciones que apuntan al perfeccionamiento de los procesos electorales», al abordar temas como «organización y uso de tecnología, participación política de mujeres, justicia electoral, entre otros».

Este diplomático menciona que, por ejemplo, en las elecciones municipales de 2021 se constató el avance en la legislación que fortalece las capacidades y atribuciones del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) en materia de financiamiento político y rendición de cuentas. Ésa había sido una de las recomendaciones de la misión desplegada en los comicios de 2018.

Según el informe final presentado en septiembre de 2022, la MOE enviada en 2021 pidió a Paraguay que introdujera cambios en el sistema electoral a fin de aumentar la participación política de las mujeres.

TRANSPARENCIA Y PARTICIPACIÓN

La jefa adjunta de la MOE UE, Tânia Marques, destaca que la observación «promueve la confianza pública en el proceso electoral y puede contribuir a estimular la participación».

En una declaración remitida a EFE, Marques subraya que este mecanismo «persigue realizar una contribución positiva al proceso, pero sin interferir en el desarrollo de la elección ni validar sus resultados».

«Sólo los ciudadanos del país anfitrión podrán determinar en última instancia la credibilidad y legitimidad de un proceso electoral», enfatiza.

Las MOE UE, que Marques describe como delegaciones «independientes de las instituciones de la UE y de sus Estados miembros», han participado en las elecciones de 2013 y 2018 en Paraguay.

El jefe de la misión actual es el eurodiputado español Gabriel Mato.

OJOS LOCALES

Otras organizaciones locales también han servido de observadoras en el país, como en el caso de Sakã, una iniciativa integrada por el Centro de Documentación y Estudios (CDE), la Fundación Centro de Información y Recursos para el Desarrollo (CIRD) y la asociación Decidamos.

Para esta votación y después de haber realizado «observaciones con cómputo paralelo de las elecciones nacionales y municipales desde 1991», Sakã no ha obtenido la acreditación del TSJE.

A pesar de ello, la organizacióin desplegará a más de 800 voluntarios en los 17 departamentos del país para la jornada del domingo, «amparándose en los principios de la Constitución Nacional y las reglas del Código Electoral».

El objetivo de Sakã «no es competir con el TREP (Sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares), sino ofrecer un monitoreo independiente desde la sociedad civil útil para el proceso electoral».

El TREP fue creado por el ente electoral en el año 2000 y se estrenó en la elección vicepresidencial celebrada ese año tras el magnicidio, en marzo de 1999, del vicepresidente, Luis María Argaña.

«En términos de la formalidad, es un mal precedente, un pésimo precedente, que la Justicia Electoral no acredite a los observadores nacionales», concluye a EFE la directora ejecutiva de Decidamos, Susana Aldana. EFE

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