Efraín Alegre pide que los corruptos devuelvan lo robado y restablecer las relaciones con Venezuela

Asunción, 27 ab (EFE). – El candidato a la Presidencia de Paraguay por la opositora Concertación Nacional, Efraín Alegre, anticipa en una entrevista con EFE que, de llegar al Gobierno, restablecerá las relaciones de Asunción con el Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, apostará por el Mercosur como bloque y buscará, en el plano interno, «recuperar y devolver al pueblo» lo robado por la corrupción.

Alegre, de sesenta años, fue ministro de Obras Públicas y Comunicaciones de Fernando Lugo (2008-2012), el único presidente que no ha pertenecido al Partido Colorado en las últimas siete décadas. El también presidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) está convencido de que en esta ocasión su propuesta de gobierno también logrará romper el casi monopolio del poder del coloradismo.

«Nos sentimos muy, muy contentos con tanta alegría, tanta efervescencia por el cambio, así que estamos muy confiados en que vamos a tener una victoria importante el 30 de abril», afirma exhibiendo una amplia sonrisa, a pocos días de una votación en la que las escasas encuestas difundidas por las redes sociales pronostican un final de infarto.

Para el aspirante de Concertación Nacional, una coalición de diversos partidos y movimientos de oposición, este es su tercer intento de llegar a la Presidencia. Su rival del oficialismo, Santiago Peña, no logró superar las primarias del Partido Colorado en los comicios de 2018, que ganó el actual presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez.

DECRETOS Y GABINETE

Consultado sobre los decretos que aprobaría de manera inmediata para mostrar la efectividad de su Gobierno, Alegre asegura que de este modo aspira a convertirse en «un presidente que esté con la gente», lo que a su entender significa que se vea que responde a las inquietudes de la población.

«Creemos importante mostrar, en primer lugar, que tenemos la propuesta que atiende las necesidades del Paraguay», enfatiza.

Entre las iniciativas de su eventual Administración, mencionó la rebaja del precio de la energía y la implememtación de ambiciosos programas en materia de salud, desarrollo y empleo.

En sus prioridades ocupa un lugar destacado la lucha contra la mafia y el combate a la corrupción. «Necesitamos que la gente entienda que nosotros seremos firmes y duros con la corrupción, que no vamos a negociar, que nosotros no transamos», recalca.

En ese contexto, anunció la creación de una secretaría «para recuperar y devolver al pueblo lo robado».

«Se están robando seis millones de dólares por día. Más de 2.000 millones de dólares por año es el robo que documenta en su investigación el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)», argumenta para justificar que no se trata de la mera denuncia de un candidato en campaña.

MERCOSUR

En el ámbito internacional, Alegre -de profesión abogado y quien fue diputado en dos ocasiones y también fue elegido como senador en 2008- se muestra «muy optimista» a la hora de entablar una negociación con Brasil sobre la revisión de uno de los anexos del tratado fundacional de la represa de Itaipú, la segunda más grande del mundo y la primer ade América Latina, que Paraguay comparte con el coloso sudamericano.

«Con Brasil tenemos una alianza importante que tenemos que consolidar», sostiene Alegre, quien describe al país vecino como «un gran aliado de Paraguay».

Sobre Itaipú, la mayor hidroeléctrica del mundo en producción acumulada, que comenzó a operar en 1984, aseguró que tanto Brasil como Paraguay ya han avanzado en muchos aspectos. «No hay que olvidar que parte de las negociaciones que tenemos que hacer ahora, ya las hicieron (Luiz Inácio) Lula (da Silva) y (Fernando) Lugo, es decir, estamos muy avanzados, las cuestiones que tenemos que discutir ya están bastante avanzadas».

Alegre, que en 2018 se quedó a 90.000 votos del triunfo, se declara «intensamente comprometido con la integración», en particular con el Mercado Común del Sur (Mercosur), mecanismo que Paraguay conforma junto a Argentina, Brasil y Uruguay.

«Apostamos decididamente a la integración. Tenemos que cuidar el Mercosur. No estamos de acuerdo en ningún tipo de negociaciones independientes que hagan los Estados. Eso podría destruir este proceso», dice en alusión a los contactos que Uruguay mantiene por su cuenta con China. El candidato de Concertación Nacional se muestra igualmente a favor de cerrar el acuerdo con la Unión Europea (UE).

Mercosur y la UE alcanzaron en junio de 2019, después de 25 años de tratativas, un acuerdo político sobre la firma de un tratado comercial entre ambos bloques aún por definirse.

RELACIÓN CON CARACAS

Consultado sobre Venezuela, Alegre anticipa que, de convertirse en presidente, restablecerá las relaciones con Caracas que Abdo Benítez rompió en enero de 2019 tras desconocer el triunfo electoral de Nicolás Maduro en mayo de 2018.

«Nosotros tenemos que tener relaciones con todo el mundo. ¿Por qué dejaríamos de tener con Venezuela? ¿Por discrepancias en su modelo político? Ésas son cuestiones que desde luego nosotros creemos que se deben tratar en Venezuela, resolverlas, pero no dejar de tener relaciones; al contrario, si podemos, ayudaremos a la consolidación de la democracia de Venezuela, pero debiéramos estar ahí», señala.

Y sin definir aún si mantendrá la relación con Taiwán en caso de ganar (Paraguay es, junto con Guatemala, el unico país latinoamericano que reconoce al Gobierno de Taipéi), Alegre reitera su crítica al escenario actual.

«Paraguay renuncia a tener relaciones con China para tenerlas con Taiwán. Es decir, renunciamos a uno de los mercados más grandes del mundo», llama la atención el candidato opositor, para quien Taipéi «no está haciendo, en contrapartida, el mismo esfuerzo».

De ganar el domingo, Alegre asumiría dentro de tres meses, el 15 de agosto, un plazo que considera «suficiente» para «tener toda la información, el análisis» y «el diálogo requerido» para «tomar una decisión fundada».

En todo caso, cualquier determinación respecto a las relacioes entre Paraguay y Taiwán se adoptará sobre la base de «los intereses nacionales», concluye. EFE

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