Lisboa, 28 abr (EFE).- El Novo Banco, heredero del quebrado Banco Espírito Santo (BES), obtuvo un beneficio de 148,4 millones de euros en el primer trimestre de 2023, un 4% más que en el mismo periodo del año pasado.
La entidad explicó en un comunicado este viernes que este resultado va «en línea con la ejecución continua de su estrategia, mostrando un crecimiento empresarial sostenible, un aumento de los ingresos y generación de capital».
“Los resultados del primer trimestre demuestran crecimiento consistente y aumento de la rentabilidad, excediendo las expectativas», afirmó el CEO de la compañía, Mark Bourke.
El margen financiero -diferencia entre los intereses pagados en créditos y los abonados por los depósitos- alcanzó los 246,3 millones de euros, un 84,5% más que en el periodo homólogo, un «reflejo de la mejora del tipo de interés de los activos que superó el aumento del coste de financiación».
El producto bancario -equivalente a los ingresos de la entidad-creció un 4,2%, hasta los 323,5 millones de euros, mientras que los costes operativos alcanzaron los 111,9 millones, un 8% más.
Los recursos de clientes cayeron un 1,6% frente a diciembre, hasta los 34.235 millones de euros, «reflejo» de la reducción de los depósitos en el mercado luso (27.526 millones, 3,1% menos que a finales de 2022) «esencialmente justificada por transferencias para los certificados de ahorro».
El ratio «CET 1 fully implemented», que refleja la solvencia del banco, se posicionó en el 14,1%, un punto más que en diciembre y el ratio «Non performing loans» (NPL) se situó en el 4,4%.
El importe destinado a provisiones ascendió a 27,7 millones de euros, un 27,1% más que un año antes.
Al cierre del trimestre, Novo Banco tenía 4.105 empleados (15 más que en diciembre, pero 77 menos que en marzo de 2022).
Novo Banco nació en agosto de 2014 tras la quiebra del BES y fue recapitalizado entonces con 4.900 millones.
En los siguientes años tuvo que recibir más de 3.320 millones de euros en inyecciones de capital, parte de los cuales procedieron de préstamos del Estado.
Estas inyecciones se realizaron a través del llamado mecanismo de capital contingente, que fue incluido en el acuerdo de venta con el fondo estadounidense Lone Star, que adquirió el 75% del Novo Banco, mientras que el 25% permanece en manos del Fondo de Reestructuración, un organismo público financiado por el resto de bancos portugueses.
Tras años de pérdidas millonarias, la entidad registró su primer ejercicio con beneficio en 2021, cuando ganó 184,5 millones de euros.
En 2022 logró triplicar sus resultados, hasta los 560,8 millones de euros. EFE
