Una victoria presidencial de Santiago Peña muestra un partido colorado robustecido y una fuerza antisistema de Paraguayo Cubas

Asunción, 1 may (EFE). – Las elecciones generales celebradas ayer en Paraguay han definido un nuevo escenario político en el país, con una holgada victoria presidencial del candidato del Partido Colorado, Santiago Peña, una oposición que retrocede considerablemente en las urnas y el ascenso de una fuerza independiente liderada por el antisistema Paraguayo Cubas.

Con un 99,94% de las mesas escrutadas, Peña y su fórmula a la Vicepresidencia, Pedro Alliana, suman 1.292.079 votos (42,74%), según los datos del sistema de transmisión de resultados electorales preliminares (TREP).

Su principal contendiente, el opositor liberal Efraín Alegre, alcanza, junto con su compañera de fórmula, la exministra Soledad Núñez, 830.842 votos (27,48%).

En tercer puesto se sitúa Cubas, del Partido Cruzada Nacional (PCN), con 692.663 votos, que con un 22,91% de los sufragios emitidos ha superado holgadamente las proyecciones que le daban las encuestas.

La formación de Cubas ha conseguido cinco escaños en el Senado.

Muy diferente es el panorama para el izquierdista Frente Guasú, que lidera el expresidente Fernando Lugo (2008-2012).

Esta alianza de izquierdas tendrá como única senadora a la exministra Esperanza Martínez, después de perder cinco puestos en la Cámara Alta, uno de ellos el del propio exgobernante y actual senador.

RETROCESO OPOSITOR

A la luz de los resultados, Alegre, quien se presentó a la elección presidencial respaldado por una coalición de movimientos de partidos de centro e izquierda, encajó un duro revés en su tercer intento por gobernar el país.

En 2018, cuando fue superado por el actual presidente, Mario Abdo Benítez, el aspirante opositor sumó 1.115.464 votos (43,04%) frente a los 1.206 067 votos del entonces aspirante colorado (46,42%).

Pero si la diferencia hace cinco años se situó en torno al 3%, esta vez, el oficialismo superó por más del 15% a la principal candidatura opositora, en lo que representa la peor cosecha electoral de este sector político en los 34 años de democracia.

Fue también una derrota para los sondeos.

«Él debe seguir colaborando y ayudando, pero no desde el lugar de una candidatura», dijo la diputada opositora y ganadora de una curul en el Senado Kattya González, sobre el futuro de Alegre, quien preside el Partido Liberal Radical Auténtico (PRLA).

González destacó el liderazgo de Alegre, pero consideró que su rol ya no es «desde una candidatura».

«Retirarse suena demasiado grande, debe tomar distancia desde un cargo electoral para comprometerse desde otro lugar», puntualizó la legisladora, para quien hubo un «ruido electoral importante» que, en cierto sentido, bajó «el pulgar» a Alegre».

MAYORÍA COLORADA Y TERCERA FUERZA

Por el contrario, el Partido Colorado o Asociación Nacional Republicana (ANR) salió fortalecido en las urnas.

Además de presidente y vicepresidente, la ANR amplió su mayoría en la Cámara Alta -incluido el senador más votado, Silvio ‘Beto’ Ovelar-, así como su presencia en las gobernaciones (15 de 17 en liza) y en diputados.

También el expresidente Horacio Cartes, jefe de la ANR y quien en julio pasado fue acusado de corrupción por EEUU y en enero sancionado financieramente por ese Gobierno, ha salido beneficiado de la victoria electoral.

Consultado sobre la próxima Administración, Ovelar aseguró que Peña, quien jurará al cargo el 15 de agosto, necesitará «más que nunca» como gobernante «la orientación de un órgano conductor».

Y precisamente por eso planteó, en una entrevista con la Radio ABC Cardinal, que el Partido Colorado «se convierta justamente en ese órgano orientador» del futuro presidente, para impulsar numerosas reformas.

«Creo que Horacio Cartes tiene el compromiso hoy de ser el presidente de un partido que se convierta en un órgano orientador del Gobierno», agregó Ovelar en otra entrevista en Radio Monumental en la que también dijo que «se nota que las injerencias internas no influyen en los procesos electorales», y, por el contrario, cohesionan al coloradismo.

Otro gran protagonista de la jornada de elecciones fue Paraguayo Cubas, cuya votación con un partido que él mismo fundó en 2018 estuvo a corta distancia del segundo más votado, Efraín Alegre.

«Evidentemente, Payo es un fenómeno electoral, se consolidó», aseveró Silvio Ovelar.

Observó, sin embargo, que el desafío del Partido Cruzada Nacional (PCN), fundado por Cubas, será consolidarse como una formación emergente, o afrontará el riesgo de diluirse en un país donde las fuerzas políticas tradicionales «siguen manteniendo un peso específico, pese a los años». EFE

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