Qin Gang, ministro de Asuntos Exteriores de China advierte a la Unión Europea de represalias en caso de sanciones

Berlín, 9 may (EFE). – El responsable chino de Asuntos Exteriores, Qin Gang, advirtió hoy de que Pekín reaccionaría «de forma estricta y severa» si la Unión Europea (UE) acuerda sanciones contra empresas de ese país, mientras que su homóloga alemana, Annalena Baerbock, pidió el libre acceso de compañías europeas al mercado chino.

Durante una comparecencia conjunta con Baerbock, Qin aseguró que Pekín no suministra armas a países en conflicto, pero insistió en que el «intercambio normal» comercial entre China y Rusia no debe ser «estorbado».

El responsable chino de Exteriores respondía así al ser preguntado por la nueva ronda de sanciones que la UNión Europea (UE) prepara contra Rusia y que afectará a países y empresas que para Bruselas están ayudando a Moscú a eludir las que han impuesto a ese país por invadir Ucrania.

Para el representante chino serían medidas «unilaterales» impuestas conforme a leyes domésticas de ciertos países, por lo que China defenderá «sus intereses y los de sus empresas».

Baerbock, por su parte, señaló que la undécima ronda de sanciones pretende evitar que bienes de doble uso civil y militar exportados por países de la UE caigan «en las manos equivocadas» y que no se dirigen contra ningún país concreto.

«Esperamos de todos, también de China, que ejerza la correspondiente influencia sobre sus empresas», señaló.

Los dos responsables de Exteriores no ocultaron sus desavenencias en relación a cuestiones como la guerra de Ucrania, las relaciones comerciales o la situación de los derechos humanos en China.

Así, Baerbock indicó que las empresas europeas deberían tener acceso libre al mercado chino y que en las relaciones comerciales se debería aplicar el principio de la reciprocidad, «el más justo de todos los principios».

Ello permitiría reducir los riesgos para las cadenas de suministro, una medida importante que permite garantizar la seguridad en Europa si catástrofes naturales o guerras afectan ciertos emplazamientos de producción, por ejemplo de medicamentos, indicó.

Este debate sobre la seguridad de las cadenas de suministro se produce en todos los países del mundo, argumentó, incluida China, a raíz de las experiencias ocasionadas por la pandemia y por la guerra de Ucrania.

Qin saludó que Berlín rechace la necesidad del «desacople» propugnado por Washington con respecto a China, pero afirmó que Pekín sigue con «gran preocupación» la política de «de-risking» (reducción de riesgos) que plantea entre otros el Gobierno alemán, ya que puede destruir oportunidades de «estabilidad y desarrollo».

El jefe de la diplomacia china indicó que es preciso que Europa y China permanezcan «abiertas» y preserven un intercambio económico que es garante de prosperidad mutua y que no se debe «politizar».

Es por ello que las empresas europeas son bienvenidas en China, donde se les ofrecen unas condiciones en línea con los estándares internacionales y el marco legal chino, señaló.

China «exporta seguridad» subrayó, y atribuyó los cuellos de botella en las cadenas de producción al «resultado natural de la globalización y la economía de mercado» que saludan tanto Alemania como Estados Unidos, según dijo.

Qin acusó a Washington de librar una «nueva Guerra Fría», también en el ámbito económico, con medidas como las sanciones, y señaló que EEUU «exporta riesgos financieros e inflacionarios. Estos son los riesgos frente a los que hay que estar en guardia». EFE

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