La Unión Europea quiere huir de la ingenuidad con China, a la que ve cada vez más como un rival

Bruselas, 30 jun (EFE). – Los líderes de la Unión Europea subrayaron este viernes su intención de reducir la dependencia de China, a la que perciben cada vez más como un competidor y rival estratégico, pero sin renunciar a una asociación con Pekín.

«La situación con Rusia y Ucrania nos ha enseñado que nosotros, como europeos, tenemos que tener cuidado de depender de países que no son democráticos y no comparten necesariamente nuestros valores (..) Tenemos que ser menos ingenuos y mantener los ojos abiertos», resumió el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, a su llegada al segundo día de la cumbre de jefes de Estado y Gobierno de los Veintisiete.

Los líderes debatieron este viernes sobre unas relaciones entre la UE y China que en los últimos meses han estado marcadas por la postura de Pekín con respecto a la invasión rusa de Ucrania, que para Bruselas peca de equidistante, y los roces entre Pekín y Washington a cuenta, entre otros, de la situación en Taiwán.

Las conclusiones aprobadas al final de la cita reiteran el «enfoque político multifacético» de la UE hacia China, a la que consideran «simultáneamente un socio, un competidor y un rival sistémico».

Señalan que pese a los diferentes sistemas políticos y económicos, la UE y China «tienen un interés compartido en perseguir relaciones constructivas y estables, ancladas en el respeto por el orden internacional basado en normas, una implicación equilibrada y reciprocidad», y subrayan que siguen siendo «socios comerciales y económicos importantes».

Pero destacan que la UE buscará que esta relación comercial y económica sea «equilibrada, recíproca y mutuamente beneficiosa» y «seguirá reduciendo dependencias críticas y vulnerabilidades, también para sus cadenas de suministros».

La UE «reducirá riesgos y diversificará cuando sea necesario y apropiado», pero «no pretende desvincularse o encerrarse en sí misma», apuntan los Veintisiete.

«Vemos a China más y más como un rival sistémico y tenemos que pensar en los riesgos que están ahí», dijo la primera ministra estonia, Kaja Kallas, quien instó a que la UE adopte un «enfoque propio» frente a Pekín, a pesar de las «fuertes opiniones» de algunos de sus socios comerciales, en referencia a Estados Unidos.

Una postura que encaja en la estrategia que el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, presentó en mayo, advirtiendo de que China aspira a convertirse en líder mundial a mediados de siglo, por lo que, en su opinión, los Veintisiete deben reducir su dependencia frente a Pekín, sin dejarse arrastrar por la influencia de Estados Unidos.

En sus conclusiones, los líderes pidieron a Pekín que presione a Rusia «para que detenga su guerra de agresión y retire sus tropas de Ucrania de forma inmediata, completa e incondicional».

Igualmente, destacaron que el mar de China Oriental y el mar del Sur de China tienen «una importancia estratégica para la prosperidad y seguridad regionales y globales»; y se mostraron preocupados «por las crecientes tensiones en el estrecho de Taiwán».

«El Consejo Europeo se opone a cualquier intento unilateral de cambiar el ‘statu quo’ por la fuerza o la coacción», señalaron, para después de reiterar el apoyo de los Veintisiete a la política de una sola China.

Los mandatarios incidieron en su preocupación por el trabajo forzado, el tratamiento de los defensores de derechos humanos y personas pertenecientes a minorías, la situación en el Tíbet y Xinjiang y el cumplimiento de los compromisos previos de China relacionados con Hong Kong. EFE

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