Bruselas, 4 jul (EFE). – La Comisión Europea está «preocupada» por qué las restricciones anunciadas por China a la exportación de galio y germanio argumentando razones de seguridad nacional «no estén relacionadas con la necesidad de mantener la paz» y analizará si las medidas cumplen las normas del comercio internacional.
Una portavoz del Ejecutivo comunitario explicó este martes en la rueda de prensa diaria de la institución que Pekín informó ayer a la Comisión Europea de que a partir del 1 de agosto se exigirá obtener una licencia de uso dual para las exportaciones desde China de productos que contengan estos dos metales «sobre una supuesta base de seguridad e interés nacional».
El Ejecutivo comunitario, explicó, está realizando ahora un análisis detallado de las medidas anunciadas y de su impacto potencial en las cadenas de suministros globales y en la industria de la Unión Europea, así como de si cumplen con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
«La Comisión Europea está preocupada porque estas restricciones no estén relacionadas con la necesidad de proteger la paz y la estabilidad global y la implementación de las obligaciones de no proliferación de China que emanan de los tratados nacionales», dijo la portavoz.
Por ello, añadió, el Ejecutivo comunitario ha pedido a Pekín «adoptar un enfoque por el que las restricciones y control de las exportaciones estén basados en claras consideraciones de seguridad en línea con las reglas de la OMC».
En función del resultado de su análisis, la Comisión decidirá si emprende «acciones en el contexto de la OMC».
El galio y el germanio, materiales esenciales para la fabricación de chips, son considerados por la Unión Europea materias primas críticas de carácter estratégico, puesto que son fundamentales para las industrias necesarias para las transiciones ecológica y digital, entre otros objetivos.
China es el mayor productor mundial de ambos elementos, con más del 95% de la producción de galio y el 67% de la de germanio.
Su Ministerio de Comercio anunció ayer que, a partir del 1 de agosto, no se podrá exportar metal de galio o germanio ni más de una docena de sus derivados sin solicitar un permiso específico, asegurando que los controles responden al ánimo de «proteger la seguridad nacional y los intereses nacionales».
La decisión llega en un contexto de tensiones entre China y Estados Unidos por los controles de Washington a la exportación de chips y otras tecnologías punteras al país asiático, y solo unos días después de que la Comisión Europea haya presentado una estrategia de seguridad económica para evitar dependencias excesivas en sectores críticos que contempla el posible control de las inversiones europeas en el exterior. EFE