Las perspectivas económicas de Paraguay son favorables, pero se necesitan reformas para consolidar su crecimiento.
Urge invertir en infraestructura, crear más fuentes de trabajo, así como fortalecer los fondos de pensiones y el mercado de capitales.
El nuevo gobierno de Santiago Peña enfrentará varios retos como la inflación, el déficit fiscal, la pobreza, además de combatir la informalidad y el contrabando.
LAS CARTAS YA ESTÁN ECHADAS. Santiago Peña iniciará su gobierno en agosto de 2023 con viento a favor: la economía crecerá un 5,2% mientras que la inflación bajará a 4,8%. Pero por delante tiene un camino con grandes desafíos como el déficit fiscal que se amplió y está lejos de la meta; la pobreza multidimensional que afecta a 1.297.000 paraguayos; la salud y la educación pública con serias falencias y la renegociación de Itaipú con Brasil.
En el plano político, en abril pasado el Partido Colorado ganó ampliamente las elecciones generales de 2023 con el 44,73% de los votos, lo que llevó a la oposición a una gran crisis y un fuerte debilitamiento que no le hace bien a la democracia paraguaya.
El nuevo gobierno arranca con Santiago Peña en el Palacio de López, Horacio Cartes como presidente de la Asociación Nacional Republicana (ANR) y con una mayoría colorada en ambas cámaras del Congreso.
La política paraguaya es como un gran castillo de naipes, una estructura endeble que parece tener la estabilidad para conservar su forma.
Sin embargo, un soplo de aire, un golpe en las cartas o incluso un desplazamiento de la mesa sobre la que se encuentran las cartas, tiende a derribar toda la estructura.
¿Qué se viene a partir del 15 de agosto? ¿Será Horacio Cartes el poder detrás del poder? ¿Un gobierno bicéfalo? ¿Tendrá Santiago Peña gobernabilidad en los próximos 5 años?
El nuevo inquilino del Palacio de López debe hacerse cargo de ordenar y eliminar los problemas persistentes del país, como la corrupción e impunidad que afectan a la economía, a la democracia y a la confianza de los ciudadanos en las instituciones.
Además, es importante impulsar los sectores atractivos y con alto potencial para los inversionistas, para lograr diversificar las exportaciones paraguayas.
Con una economía más diversificada, Paraguay estará mejor preparado para aprovechar las oportunidades que se presentan y enfrentar los desafíos del futuro.