Inteligencia artificial en las finanzas: renace el scalping

Crédito columna: Jorge Rodríguez, especialista en finanzas.

Paraguay se ha subido a la ola creciente de operaciones financieras y conocimiento profesional especializado.

Es la hora de seguir sumando opciones de maximización de beneficios.

En los últimos años y con el auge de la inteligencia artificial, el scalping se ha convertido en un tema de creciente interés en los mercados financieros.

El término scalping se refiere a una estrategia de negociación que busca obtener pequeñas ganancias a partir de operaciones rápidas y frecuentes en activos financieros, como acciones, divisas o criptomonedas.

Aunque algunos lo ven como una forma legítima de obtener beneficios en los mercados, otros lo critican por su impacto potencial en la estabilidad y la equidad del sistema financiero.

El objetivo de esta técnica es obtener ganancias muy pequeñas en operaciones que sucedan en breves lapsos de tiempo. A veces, incluso, se realizan operaciones en cuestión de segundos. En este corto espacio de tiempo la compra y venta de un activo en bolsa debe quedar perfeccionada. Esta dinámica es propicia para que los trader realicen muchas operaciones a lo largo del día.

Para poder lograr la rentabilidad con esta técnica es necesario operar de una forma metódica, realizando un buen ajuste del stop loss en cada transacción. Además, al tratarse de una técnica de alto riesgo, exige tener amplios conocimientos del mercado y contar con un apoyo tecnológico informático y de bases de gran envergadura. Del mismo modo, debido al corto intervalo de tiempo en el que se realiza, se requiere gran rapidez de actuación, análisis y de toma de decisiones.

Sus defensores argumentan que esta técnica proporciona liquidez al mercado, lo que puede reducir los spread y facilitar las transacciones para otros participantes. Además, señalan que el mismo permite obtener ganancias con movimientos de precios relativamente pequeños, lo que puede resultar ventajoso en un entorno de volatilidad moderada.

Por otra parte, los críticos expresan preocupaciones sobre su potencial para agravar la volatilidad y el ruido en los mercados. Al realizar numerosas operaciones en períodos de tiempo muy cortos, los scalper pueden generar distorsiones en los precios, lo que puede dificultar la interpretación precisa de la oferta y la demanda reales.

Además, algunos detractores argumentan que esta práctica puede dar lugar a la desigualdad en el acceso a la información y a las tecnologías de alta frecuencia. Los grandes inversores institucionales y los fondos de cobertura tienen ventajas significativas en términos de velocidad y recursos tecnológicos, lo que puede dificultar que los pequeños trader compitan en igualdad de condiciones.

En algunos países como México, los reguladores financieros han tomado medidas para abordar estas preocupaciones y proteger la integridad del mercado, o Estados Unidos e Inglaterra que estudian mecanismos para limitarlos. Algunas de estas medidas incluyen la implementación de límites de tiempo para la frecuencia de las operaciones, restricciones sobre la tecnología utilizada y la exigencia de que los scalper mantengan sus posiciones durante un período mínimo antes de cerrarlas.

El debate sobre el scalping continuará siendo objeto de atención en la comunidad financiera y entre los reguladores. En última instancia, encontrar el equilibrio adecuado entre la promoción de la liquidez y la estabilidad del mercado, mientras se abordan las desigualdades potenciales, será crucial para garantizar que los mercados financieros funcionen de manera justa y eficiente para todos los participantes.

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